

La disputa de gobernanza en Aave se ha convertido en una de las crisis más relevantes en las finanzas descentralizadas. Ha expuesto el conflicto esencial entre el equipo principal de desarrollo y la comunidad de poseedores de tokens. Cuando Aave Labs (la empresa de desarrollo central liderada por el fundador Stani Kulechov) desvió unilateralmente cerca de 10 millones de dólares en comisiones anuales del tesoro de la DAO a monederos bajo su propio control, la comunidad lo percibió como una privatización encubierta del valor de la marca. Esta acción trastocó la estructura económica que había regido desde la creación de Aave. El núcleo de la disputa reside en si la interfaz front-end es un activo comercial independiente propiedad de Labs, o un activo de marca construido colectivamente por la DAO. Kulechov sostiene que el front-end es un proyecto empresarial autónomo, separado del protocolo de smart contracts, y por tanto tiene derecho a sus propios ingresos. Por su parte, los defensores de la gobernanza dentro de la comunidad argumentan que esta decisión socava el principio central de la DAO: crear soberanía de activos a través de recursos colectivos. El desvío de ingresos comenzó cuando Aave Labs cambió de proveedor de servicios front-end, redirigiendo las comisiones por swaps que antes se destinaban al tesoro de la DAO hacia monederos controlados por el equipo de desarrollo. Este episodio revela un reto esencial para los protocolos DeFi consolidados: conforme el sistema evoluciona, ¿cómo deben los equipos equilibrar los incentivos comerciales con los derechos de gobernanza de los poseedores de tokens? La controversia en la gobernanza del protocolo AAVE evidencia la profunda repercusión de estas cuestiones sobre la legitimidad del protocolo y la propuesta de valor del token.
La controversia en torno a la votación de Snapshot de AAVE comenzó cuando la cuestión de la propiedad de los activos de marca se elevó a votación antes de que la comunidad alcanzara consenso. El fundador Stani Kulechov anunció el avance de la propuesta a votación, alegando que "la comunidad desea una solución y está preparada para decidir", y que los miembros estaban fatigados por el prolongado debate. Sin embargo, muchos participantes pusieron en duda que la comunidad estuviera realmente lista. El ex CTO de Aave Labs, Ernesto Boado, uno de los firmantes de la propuesta, rechazó públicamente la votación: "Esta propuesta no está alineada con mis principios". Boado subrayó que no aprobaría una votación antes de concluir la discusión comunitaria, y que no había sido informado ni había consentido la escalada. Marc Zeller, responsable de Aave Chan Initiative (ACI), señaló que, a pesar de que delegados y poseedores de tokens mantenían preocupaciones sin resolver, la propuesta fue "escalada unilateralmente". Esto vulneró las normas de gobernanza establecidas en Aave, que exigen un debate exhaustivo y retroalimentación de los interesados antes de avanzar a una votación formal. Al acelerar el proceso, se limitó la participación efectiva de la comunidad. Esta crisis de gobernanza DeFi ha llevado a los poseedores de tokens AAVE a cuestionar la legitimidad de la toma de decisiones y si la estructura de voto de 2024 realmente refleja la voluntad comunitaria o simplemente valida resultados predeterminados. El mecanismo de votación Snapshot, ideado para mejorar la eficiencia de la gobernanza, se ha convertido en una herramienta para eludir el debate profundo y ha puesto en entredicho la integridad de futuras iniciativas de gobernanza.
| Etapa de gobernanza | Procedimiento estándar | Ejecución real | Percepción comunitaria |
|---|---|---|---|
| Periodo de discusión | Debate exhaustivo con los interesados | Tiempo reducido, revisión insuficiente | Tiempo de análisis insuficiente |
| Consentimiento de los firmantes | Requiere aprobación antes de la escalada | Escalada sin conocimiento de los firmantes | Integridad del proceso comprometida |
| Retroalimentación de delegados | Preocupaciones resueltas antes de la votación | Escalada con preocupaciones sin resolver | Preocupaciones de los interesados ignoradas |
| Preparación comunitaria | Avanzar solo tras confirmar el consenso | Preparación asumida sin verificación | Las decisiones parecen predeterminadas |
La pugna entre los poseedores de tokens de la DAO de Aave y Aave Labs revela una debilidad estructural en la gobernanza del protocolo. La DAO, formada por los poseedores de tokens AAVE, es el órgano principal de toma de decisiones a través de votaciones on-chain. Aave Labs, bajo la dirección de Stani Kulechov y su equipo, es una empresa de desarrollo centralizada responsable de construir y mantener la infraestructura esencial del protocolo. Aunque ambos grupos comparten objetivos, el desacuerdo sobre la asignación de recursos y el control de activos se ha intensificado. Los registros comunitarios muestran que Aave Labs ha asumido progresivamente el control de activos clave de la marca, fuentes de ingresos e incluso cuentas de redes sociales, todo ello sin aprobación de la DAO. Los defensores de la gobernanza consideran que esto representa una centralización progresiva mediante procedimientos administrativos, no mediante gobernanza explícita. Marc Zeller cuestiona si Labs vulneró sus deberes fiduciarios al modificar unilateralmente los acuerdos económicos sin consentimiento de la DAO, perjudicando los derechos de los poseedores de tokens. Mientras, Kulechov defiende la separación entre el protocolo Aave (los smart contracts gobernados por la DAO) y el front-end, argumentando que deben gestionarse de forma independiente. Aunque esta postura es técnicamente correcta, la captación, retención y adopción de usuarios dependen en gran medida de la experiencia del front-end y el reconocimiento de la marca. El desvío de ingresos fuera del tesoro de la DAO supuso para los poseedores de tokens pérdidas económicas directas, debilitando el mecanismo de captura de valor de los governance tokens y cuestionando la propuesta de valor principal del token AAVE. Este conflicto demuestra que la gobernanza cripto no ha resuelto el reto de que los equipos de desarrollo controlen la infraestructura crítica, dificultando que el poder teórico de los governance tokens se traduzca en decisiones efectivas.
La crisis de gobernanza de Aave revela una debilidad sistémica en DeFi: si los governance tokens carecen de autoridad ejecutiva, los equipos de desarrollo pueden actuar por cuenta propia. El conflicto interno de gobernanza en AAVE demuestra que la descentralización de tokens pierde sentido si los actores institucionales toman decisiones por adelantado y luego buscan la aprobación de la gobernanza. Las estructuras de gobernanza centralizadas incrementan el riesgo regulatorio para los tokens. Cuando los governance tokens concentran la toma de decisiones pero no cuentan con responsabilidad legal, la liquidez de mercado se reduce, los participantes pierden confianza en la gobernanza y la salud del protocolo se deteriora. El caso de Aave Labs resulta especialmente relevante, ya que el equipo de desarrollo gestiona funciones clave, como el mantenimiento, la investigación de seguridad y la planificación técnica, que la comunidad de gobernanza no puede sustituir con facilidad. Retirar o ignorar al equipo de desarrollo pondría en riesgo la continuidad del protocolo, pero otorgarles autoridad económica unilateral socava por completo el valor de los governance tokens. La vía recomendada es que Aave evolucione hacia una "organización híbrida", donde la DAO tenga plena soberanía sobre los activos de marca y Labs actúe como proveedor de servicios profesional, ejecutando los mandatos del protocolo on-chain y los indicadores de rendimiento según lo autorizado por la DAO. Este modelo reconoce la necesidad de capacidad institucional para el desarrollo y exige responsabilidad al equipo mediante gobernanza transparente y ejecutable. El resto del ecosistema DeFi enfrenta contradicciones similares, lo que convierte la crisis de Aave en un problema sistémico que requiere solución urgente. Sin mecanismos de gobernanza robustos, la gobernanza basada en tokens corre el riesgo de convertirse en un trámite que valida las decisiones del equipo, erosionando la diferencia esencial entre protocolos descentralizados y centralizados. Las principales plataformas, como Gate, siguen de cerca las tendencias de gobernanza en DeFi, conscientes de que la legitimidad en la gobernanza es esencial para la sostenibilidad del protocolo y la estabilidad del valor del token, una influencia que va más allá del análisis tradicional de activos.











