La Cadena de bloques es una arquitectura tecnológica que garantiza la seguridad de los datos, la inmutabilidad y la transparencia a través de libros de contabilidad distribuidos y medios criptográficos. Su núcleo radica en la operación descentralizada, evitando la dependencia de una única entidad de gestión o un tercero, y logrando un consenso de confianza entre los nodos participantes.
Los datos se dividen en bloques y se conectan en una estructura en forma de cadena, con cada bloque conteniendo información de transacciones y el valor hash del bloque anterior. La seguridad y la integridad se mantienen a través de mecanismos de consenso como Prueba de Trabajo (PoW) o Prueba de Participación (PoS). La tecnología de encriptación asimétrica se utiliza para proteger la privacidad del usuario y la autenticidad de los datos.
La tecnología de la cadena de bloques se puede aplicar en varios campos como las finanzas, la cadena de suministro, la atención médica y los contratos inteligentes, reduciendo los costos de transacción, proporcionando prueba de anti-falsificación y mejorando la transparencia del sistema. La forma en que establece la confianza se basa en las matemáticas y el código, en lugar de las instituciones de crédito centralizadas tradicionales.
Con la madurez de la tecnología y la mejora de la regulación legal, se espera que la Cadena de bloques promueva la gobernanza social, la circulación de activos digitales y el intercambio de datos empresariales, convirtiéndose en un apoyo clave para la realización de la economía digital y Web3.