Una Billetera Fría es un método para almacenar las claves privadas de los activos criptográficos sin conexión, lo que reduce en gran medida el riesgo de ser hackeado de forma remota, ya que las claves privadas no están conectadas a Internet. Los usuarios generan y almacenan sus claves privadas en la Billetera Fría, firmando las transacciones primero sin conexión y luego transmitiendo los datos firmados a un dispositivo en línea para completar la transmisión en la blockchain, asegurando que las claves privadas permanezcan aisladas durante todo el proceso.
Las billeteras frías están completamente fuera de línea y no dependen de ninguna red, adecuadas para gestionar activos grandes o mantenidos a largo plazo, con la máxima seguridad. Las billeteras calientes, por otro lado, están conectadas a Internet, lo que permite transacciones rápidas y operaciones diarias frecuentes, pero conllevan un mayor riesgo debido a la conexión, lo que las hace adecuadas para pequeñas cantidades y uso a corto plazo.
Las carteras de hardware son las carteras frías más populares y seguras, equipadas con chips de encriptación y funciones de firma sin conexión, con productos representativos que incluyen Ledger y Trezor. Las carteras de papel, por otro lado, guardan claves privadas sin conexión a través de la impresión, lo que es rentable pero propenso a daños y pérdidas. Las carteras de computadora sin conexión son adecuadas para usuarios con habilidades técnicas, permitiéndoles firmar transacciones utilizando una computadora que no está conectada a la red.
Realice una copia de seguridad adecuada de su frase mnemotécnica, evitando tomar fotos o subirla a almacenamiento en la nube. Elija marcas de billeteras de hardware oficiales y de buena reputación, y verifique regularmente el estado del dispositivo. Fortalezca sus hábitos de almacenamiento y uso para prevenir la pérdida o el robo de claves privadas por parte de otros.
Con el desarrollo del mercado de criptomonedas, las Carteras Frías se han convertido en una importante garantía para la seguridad de los activos. Aunque el umbral de uso es relativamente alto, a largo plazo, las Carteras Frías ofrecen a los inversores ventajas de seguridad irreemplazables, lo que las hace particularmente adecuadas para gestionar grandes activos mantenidos a largo plazo.