
La industria de las criptomonedas ha evolucionado de forma notable, con la aparición de múltiples tipos de activos digitales. En este artículo se analizan las diferencias esenciales entre los tokens fungibles y no fungibles, sus características y su repercusión en el ecosistema cripto.
La fungibilidad es la capacidad de un activo de ser intercambiable. Un activo fungible puede cambiarse fácilmente en proporción 1 a 1 a un precio transparente. Ejemplos de activos fungibles son las monedas fiduciarias como el dólar estadounidense, que se puede intercambiar por cualquier otro dólar sin perder valor. En cambio, los activos no fungibles, como un cuadro de Rembrandt, son únicos y no pueden sustituirse directamente por otro objeto de igual valor.
Una criptomoneda fungible es un activo digital que resulta fácilmente intercambiable y divisible. Estos activos pueden negociarse en plataformas de intercambio de criptomonedas sin complicaciones. Bitcoin (BTC), Ethereum (ETH) y USD Coin (USDC) son claros ejemplos de criptomonedas fungibles. Se pueden fraccionar en unidades menores y todas las unidades iguales de la misma criptomoneda mantienen idéntico valor de mercado.
Los tokens no fungibles (NFT) son activos digitales únicos que presentan características diferenciadas. Cada NFT dispone de una dirección verificable en una blockchain pública, normalmente asociada a archivos digitales como imágenes o vídeos. Los NFT no pueden dividirse en unidades menores y se negocian en mercados especializados de NFT. Entre las colecciones NFT más populares figuran proyectos relevantes de arte digital y objetos coleccionables.
Las diferencias principales entre los activos fungibles y no fungibles se agrupan en cuatro categorías:
Los activos semi-fungibles combinan propiedades tanto fungibles como no fungibles. Por lo general, son fungibles al principio y se convierten en no fungibles por factores como el tiempo o ciertas condiciones. Por ejemplo, una entrada de concierto es fungible antes del evento, pero se transforma en un recuerdo no fungible después. En el entorno cripto, se están investigando los tokens semi-fungibles para usos variados, como los programas de fidelización.
Las Colored Coins son criptomonedas fungibles que incluyen identificadores únicos en su código, lo que las diferencia de otras criptomonedas. Aunque guardan similitudes con los NFT, como la presencia de metadatos específicos y aplicaciones no monetarias, siguen siendo fungibles y pueden negociarse en los exchanges a valor 1:1.
Identificar las diferencias entre tokens fungibles y no fungibles es esencial para desenvolverse en el sector de las criptomonedas. Los tokens fungibles funcionan como medio de intercambio y reserva de valor, mientras que los no fungibles abren nuevas opciones para la propiedad digital y la representación de activos únicos. Conforme evoluciona la industria cripto, ambos tipos de tokens tendrán un papel clave en el futuro de los activos digitales y la tecnología blockchain.
La fungibilidad en cripto significa que cada unidad de una criptomoneda es intercambiable e indistinguible de cualquier otra unidad. Es decir, un Bitcoin equivale y puede intercambiarse por cualquier otro Bitcoin.
Fungible significa intercambiable. En cripto, se refiere a tokens que son idénticos y pueden cambiarse uno por uno, igual que cualquier billete de 1 $ equivale a otro billete de 1 $.











