

La pérdida impermanente es uno de los riesgos más relevantes para los proveedores de liquidez en los ecosistemas de finanzas descentralizadas (DeFi). Este fenómeno surge cuando los usuarios aportan activos a protocolos Automated Market Maker (AMM), lo que puede resultar en un valor inferior al de mantener simplemente dichos activos. Comprender la pérdida impermanente resulta esencial para cualquier participante en la provisión de liquidez en DeFi, ya que impacta directamente en la rentabilidad y en las estrategias de gestión de riesgos.
Los pools de liquidez de Automated Market Maker (AMM) son la base de las plataformas de trading descentralizadas, pues permiten el intercambio de tokens sin necesidad de libros de órdenes tradicionales. Estos pools requieren que los proveedores de liquidez (LP) depositen pares de activos en proporciones fijas, normalmente 50/50, generando una reserva que sostiene la actividad de trading.
Por ejemplo, imagine un pool de liquidez ETH/USDT donde 1 ETH equivale a 1 000 USDT. Un LP que desea aportar 10 ETH debe también depositar 10 000 USDT para mantener el equilibrio del pool. Si el pool total contiene 50 ETH y 50 000 USDT (valorados en 100 000 USDT), la aportación del LP representa un 20 % del valor total. Al depositar, el LP recibe tokens LP proporcionales a su participación, que puede canjear en cualquier momento para retirar su porcentaje de los activos actuales del pool.
Este mecanismo asegura liquidez constante para los traders y, a la vez, permite que los LP obtengan comisiones de las operaciones. Sin embargo, la naturaleza dinámica de estos pools, que ajustan automáticamente las proporciones de activos según la actividad de trading y la variación de precios, introduce el riesgo de pérdida impermanente.
La pérdida impermanente es una métrica que mide la diferencia de valor entre mantener activos en un pool de liquidez y conservarlos simplemente en una wallet. Se denomina "impermanente" porque solo se materializa al retirar la liquidez y, en teoría, puede revertirse si los precios de los activos regresan a sus niveles iniciales.
Este concepto es clave en la inversión DeFi, ya que pone de manifiesto la compensación entre ganar comisiones por provisión de liquidez y las posibles pérdidas por volatilidad de precios. La pérdida impermanente se calcula usando datos históricos de mercado y fórmulas algorítmicas propias del funcionamiento de los AMM, lo que permite a los inversores evaluar si las comisiones recibidas compensan la posible divergencia de valor.
A diferencia de las pérdidas tradicionales, la pérdida impermanente es propia del modelo AMM, donde los LP reciben un porcentaje del pool, no una cantidad fija de tokens. Así, cuando varían los precios, la composición del pool cambia y el LP puede acabar con una asignación distinta a la que depositó. Comprender la mecánica de la pérdida impermanente es fundamental para optimizar la provisión de liquidez y gestionar los riesgos asociados.
La pérdida impermanente se produce por el mecanismo de rebalanceo algorítmico inherente a los protocolos AMM. Cuando el precio de los activos varía de forma significativa, el AMM ajusta automáticamente el ratio de activos del pool para mantener el equilibrio, lo que puede ocasionar que los LP reciban un valor diferente al de simplemente conservar sus activos originales.
Por ejemplo, si un trader deposita activos en un pool ETH/USDT y el precio de ETH se duplica, el algoritmo del AMM rebalancea el pool, reduciendo la cantidad de ETH y aumentando la de USDT para mantener la fórmula de producto constante. Cuando el LP retira su parte, recibe menos ETH del que depositó, aunque más USDT. Si ETH se ha apreciado mucho, el total retirado puede ser inferior al valor que tendría si hubiera conservado sus tokens, generando así una pérdida impermanente.
Si, por el contrario, el precio de ETH baja, el LP puede experimentar una "ganancia impermanente", ya que el rebalanceo le otorga más ETH a menor precio. Sin embargo, sigue existiendo un coste de oportunidad si el precio continúa cayendo. Lo fundamental es que la pérdida impermanente solo se hace permanente al retirar la liquidez; si los precios regresan a los niveles iniciales antes de la retirada, la pérdida desaparece.
Para calcular la pérdida impermanente es necesario entender la fórmula de producto constante que emplean la mayoría de los AMM: liquidez ETH × liquidez del token = producto constante. Esta fórmula asegura que el producto de ambas cantidades de activos permanezca constante, ajustando las proporciones automáticamente a medida que se realizan intercambios.
Siguiendo el ejemplo de 50 ETH y 50 000 USDT, el producto constante es 2 500 000. Si el precio de ETH se duplica a 2 000 USDT, la nueva composición del pool sería:
Un LP con un 20 % de participación podría retirar 7 ETH y 14 142 USDT, que suman un valor de 28 124 USDT (7 ETH × 2 000 + 14 142 USDT). Si hubiera mantenido sus 10 ETH y 10 000 USDT originales, tendría 30 000 USDT (10 ETH × 2 000 + 10 000 USDT). La diferencia de 1 876 USDT es la pérdida impermanente causada por el rebalanceo del AMM.
Este cálculo muestra cómo los movimientos de precio elevados pueden reducir el valor de aportar liquidez frente a conservar los activos, incluso contando las comisiones obtenidas durante el periodo de depósito. Saber calcular la pérdida impermanente permite a los LP tomar decisiones informadas sobre sus estrategias de provisión de liquidez.
Aunque no se puede eliminar la pérdida impermanente por completo, existen varias estrategias para reducir su impacto sobre los proveedores de liquidez:
Usar órdenes stop loss: Implementar órdenes stop loss permite a los LP retirar automáticamente la liquidez si los precios superan ciertos límites, limitando la exposición a variaciones bruscas y reduciendo la posible pérdida impermanente. Esta estrategia exige supervisión activa, pero puede proteger frente a pérdidas fuertes en mercados volátiles.
Elegir AMM con baja slippage: Las plataformas con baja slippage presentan menores diferencias de precio entre la ejecución y el cierre de la operación, reduciendo la probabilidad de cambios repentinos que generen pérdida impermanente. Optar por AMM consolidados y con pools profundos ayuda a minimizar este riesgo.
Supervisar el mercado y ajustar la estrategia: Estar al tanto de las condiciones del mercado y ajustar la estrategia de provisión de liquidez puede reducir notablemente el riesgo de pérdida impermanente. Por ejemplo, retirar liquidez antes de movimientos de precio previstos o en mercados alcistas permite preservar ganancias y limitar la exposición.
Utilizar herramientas de gestión de riesgos: Muchas plataformas DeFi ofrecen herramientas específicas para gestionar el riesgo de pérdida impermanente mediante ajustes automáticos, límites de pérdidas y mecanismos de cobertura. Estos recursos proporcionan una capa adicional de protección para los proveedores de liquidez que buscan mitigar esta clase de riesgo.
Es importante entender que, aunque estas estrategias ayudan a reducir el riesgo, no lo eliminan por completo. El trading en DeFi conlleva riesgos inherentes, por lo que es imprescindible estar bien informado y actuar con cautela antes de aportar liquidez.
El término "pérdida impermanente" puede llevar a error, ya que sugiere una situación temporal que necesariamente se revertirá. En realidad, la pérdida impermanente funciona como una pérdida no realizada: solo se convierte en permanente al retirar la liquidez del pool.
En el ejemplo, el LP tenía una posible pérdida impermanente de casi 2 000 USDT por haber aportado liquidez. Aunque teóricamente esta pérdida podría revertirse si ETH vuelve a su precio inicial, nada garantiza que esto ocurra. Una vez que el LP retira sus activos, la pérdida impermanente se convierte en permanente y no se puede revertir.
La rentabilidad de aportar liquidez depende de si las comisiones obtenidas durante el periodo cubren la pérdida impermanente. En mercados muy volátiles, sobre todo en bull runs, las comisiones suelen ser insuficientes para compensar la divergencia causada por la pérdida impermanente. Sin embargo, en mercados bajistas, aportar liquidez puede ser ventajoso, ya que la bajada de precios permite acumular más del activo volátil, situando al LP en mejor posición ante una recuperación futura y gestionando el riesgo de pérdida impermanente.
Por el contrario, mantener activos volátiles durante mercados alcistas puede ser más rentable que aportar liquidez, ya que se evita el rebalanceo que reduce la exposición a activos en apreciación y genera pérdida impermanente. Por eso, una gestión estratégica del timing—aportando liquidez en mercados bajistas y retirando en alcistas—es clave para gestionar la pérdida impermanente.
La pérdida impermanente es un aspecto central para cualquiera que participe en la provisión de liquidez en DeFi mediante protocolos AMM. Aunque el término sugiere un fenómeno temporal, en la práctica la pérdida impermanente se vuelve permanente al retirar la liquidez y puede afectar de manera relevante a la rentabilidad, especialmente en periodos de alta volatilidad.
Comprender el funcionamiento de los pools AMM, los mecanismos que originan la pérdida impermanente y cómo calcularla es esencial para tomar decisiones informadas. Aplicando estrategias de mitigación como órdenes stop loss, elección de plataformas con baja slippage, supervisión activa de mercados y uso de herramientas de gestión de riesgos, los proveedores de liquidez pueden gestionar mejor los desafíos asociados a la pérdida impermanente.
En definitiva, participar con éxito en DeFi exige equilibrar el potencial de ingresos por comisiones frente al riesgo de pérdida impermanente. Estrategias como ajustar el momento de la provisión de liquidez según el mercado y seleccionar pares de trading con precios correlacionados permiten optimizar resultados y reducir la pérdida impermanente. A medida que el ecosistema DeFi evoluciona, entender la pérdida impermanente sigue siendo clave para maximizar los rendimientos y gestionar el riesgo en las finanzas descentralizadas.
Si aportas liquidez a un pool ETH/USDC y el precio de ETH se duplica, puedes experimentar una pérdida del 5,7 % respecto a mantener los activos.
Elige pools con altas comisiones y realiza rebalanceos frecuentes. Da prioridad a pools en los que las comisiones superen las posibles pérdidas por variaciones de precio.
Puede ser considerable, pero a menudo se compensa con las comisiones y recompensas obtenidas. Su gravedad depende de la volatilidad y la composición del pool.
IL = 2 * sqrt(k) / (1 + k) - 1, donde k es la relación entre el nuevo precio y el inicial. Esta fórmula calcula la pérdida porcentual respecto a mantener los activos fuera del pool.











