Web3 tiene como objetivo reducir la dependencia de intermediarios, lo que disminuye los costos de servicio y permite a los usuarios tener un mayor control sobre sus propios datos y activos. Por ejemplo, el servicio de potencia de inteligencia artificial ofrecido por Gensyn (plataforma de potencia de IA descentralizada) cuesta solo una pequeña parte de Amazon Web Services (AWS); Drife (plataforma de transporte descentralizada) promete ayudar a los conductores a liberarse de la explotación de comisiones de hasta el 30% de Uber.
Sin embargo, a pesar de que la idea de reducir costos para los usuarios es bastante atractiva, establecer estándares de tarifas y precios razonables requiere que la plataforma encuentre un equilibrio entre múltiples intereses. Los mercados descentralizados más exitosos no abandonan completamente las tarifas, sino que combinan la “fijación de precios descentralizada” con una estructura de tarifas bien pensada que puede crear valor añadido, logrando así un equilibrio entre la oferta y la demanda.
Basado en nuestra investigación, este artículo expondrá lo siguiente: el papel del control de precios y la estructura de costos en la economía de plataformas y la gobernanza; por qué el modelo de “cero costos”, sin importar cuán buenas sean las intenciones del diseñador, está destinado a fracasar; y cómo las plataformas de blockchain deberían formular estrategias de precios. Proponemos un nuevo modelo de “precios afines” basado en el volumen de transacciones, que puede resolver la contradicción entre la información privada y la cooperación del mercado.
¿Por qué son importantes el precio y los costos?
El auge y la caída de las plataformas digitales depende de su capacidad para gestionar dos palancas clave: el control de precios y la estructura de tarifas (es decir, cuánto cobra la plataforma a las partes compradoras y vendedoras que utilizan sus servicios). Ambas no solo son herramientas de generación de ingresos, sino también herramientas de diseño del mercado que moldean el comportamiento del usuario y determinan los resultados del mercado.
El control de precios determina “quién establece el precio de la transacción”. Por ejemplo, Uber establece las tarifas mediante un algoritmo centralizado para lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda y optimizar la estabilidad de precios; en contraste, Airbnb otorga a los anfitriones el derecho de fijar precios de forma autónoma, guiándolos moderadamente solo a través de algoritmos. Ambos modelos tienen sus propias prioridades de solución: la fijación centralizada de precios asegura la eficiencia de colaboración en mercados a gran escala; la fijación descentralizada de precios permite a los proveedores de servicios incorporar información privada (como costos, calidad del servicio, ventajas diferenciadas, etc.) en sus estrategias de precios. No hay una distinción absoluta de superioridad entre los dos modelos; su efectividad depende del escenario de aplicación específico.
El impacto de la estructura de tarifas no se limita a los ingresos de la plataforma, sino que también determina qué participantes ingresan al mercado y cómo opera el mercado. La App Store de Apple cobra una comisión de hasta el 30%, que se utiliza tanto para filtrar la oferta de aplicaciones de calidad y financiar la infraestructura de la plataforma, como para descontentar a los desarrolladores de aplicaciones, aunque normalmente no afecta directamente a los usuarios; en contraste, las altas tarifas de la plataforma de venta de entradas Ticketmaster, si hay opciones alternativas, pueden hacer que artistas y fanáticos se dirijan a otros canales. Desde el extremo de bajas tarifas, el servicio gratuito de publicación de productos en Facebook Marketplace ha dado lugar a problemas de fraude; múltiples plataformas de NFT con tarifas casi cero han llevado a una experiencia de usuario caótica debido a la afluencia de NFT de baja calidad.
La regla es evidente: unos costos demasiado altos llevarán a la pérdida de proveedores; unos costos demasiado bajos perjudicarán la calidad del servicio / producto.
Muchos proyectos de blockchain adoptan un modelo de cero comisiones, cuya lógica es: la plataforma renuncia a la capacidad de extracción de valor, lo que puede llevar a mejores resultados para los proveedores y los usuarios. Sin embargo, este punto de vista ignora el papel clave que tienen las “tarifas razonablemente diseñadas” en el funcionamiento efectivo del mercado: las tarifas no son simplemente una herramienta de comisión, sino que también pueden ser un mecanismo de colaboración.
El equilibrio entre información y colaboración
El núcleo de la contradicción en el diseño de la plataforma es: ¿cómo encontrar un equilibrio entre “usar la información privada de los proveedores de servicios” y “colaborar en el mercado para mejorar la eficiencia”? Nuestra investigación muestra que la forma en que interactúan el control de precios y la estructura de costos determina si esta contradicción se resuelve o se agrava.
Cuando la plataforma establece precios directamente, puede facilitar la coordinación del lado de la oferta y la competencia entre proveedores de servicios, pero debido a la imposibilidad de conocer los costos privados de cada proveedor (como los costos operativos, costos marginales, etc.), la fijación de precios a menudo resulta en un desajuste para ambas partes de la oferta y la demanda: para algunos usuarios, el precio es demasiado alto, mientras que para algunos proveedores, es demasiado bajo. Y la plataforma generalmente cobra una comisión basada en el monto de la transacción, esta fijación de precios ineficiente finalmente llevará a la pérdida de beneficios.
Si los proveedores de servicios establecen precios de manera autónoma, teóricamente su precio puede reflejar los costos reales y la capacidad de servicio: los proveedores de bajo costo pueden obtener una ventaja competitiva al reducir precios, logrando así una mejor coincidencia entre oferta y demanda y una mayor eficiencia del mercado. Sin embargo, la falta de un modelo de precios colaborativo puede ser contraproducente en dos aspectos.
Cuando los productos o servicios están severamente homogeneizados, es fácil que surjan competiciones de precios bajos. Los proveedores con altos costos se ven obligados a salir del mercado, lo que provoca una reducción en la oferta; mientras que en ese momento, la demanda suele estar en una fase de aumento, debilitando finalmente la capacidad de la plataforma para satisfacer la demanda del mercado. Al mismo tiempo, aunque la disminución del precio promedio puede beneficiar a los consumidores, golpeará directamente el modelo de ingresos basado en comisiones de la plataforma.
Cuando los productos o servicios deben complementarse entre sí para alcanzar su máximo valor, los proveedores a menudo fijan precios demasiado altos. A pesar de que numerosos proveedores pueden ingresar a la plataforma, los altos precios establecidos por cada uno elevarán el precio promedio del mercado, lo que finalmente alejará a los usuarios.
Esto no es solo una inferencia teórica: en 2020, Uber probó el “Plan Luigi” en California, que permitía a los conductores establecer sus propios precios. Los resultados mostraron que las tarifas fijadas por los conductores eran generalmente demasiado altas, lo que llevó a los usuarios a cambiar a otras plataformas de transporte, y el plan fue cancelado después de aproximadamente un año de implementación.
Conclusión clave: los resultados anteriores no son casuales, sino que son el resultado de un equilibrio bajo contratos de comisión estándar. Incluso si se optimizan los contratos de comisión, aún pueden dar lugar a fallos de mercado persistentes. Por lo tanto, la cuestión central no es “cuánto debería cobrar la plataforma en comisiones”, sino “cómo diseñar la estructura de tarifas para garantizar que el mercado funcione eficazmente para todos los participantes”.
¿Cómo resolver problemas?
Nuestra investigación ha encontrado que una estructura de tarifas específica puede resolver hábilmente los problemas de colaboración en el mercado, al mismo tiempo que conserva la ventaja de “personalización de precios”. Este modelo de tarifas afines utiliza un mecanismo de “cobro en dos partes”, donde los proveedores de servicios deben pagar a la plataforma:
Costo base fijo por cada transacción;
Tarifas flotantes: aumentan con el volumen de transacciones (cargo adicional) o disminuyen con el volumen de transacciones (tarifa de descuento).
Este modo tendrá un impacto diferenciado en función del costo del proveedor y la posición en el mercado.
En este tipo de mercado, los costos de los proveedores varían significativamente: algunos proveedores tienen costos naturalmente más bajos debido a que poseen tecnología más avanzada, acceso a energía renovable o sistemas de refrigeración eficientes; otros proveedores, aunque tienen costos más altos, pueden ofrecer servicios premium como alta fiabilidad.
En un modelo tradicional de comisiones, si la competencia en el mercado es excesiva, los proveedores de GPU de bajo costo establecerán precios agresivamente bajos, ocupando una cuota de mercado demasiado grande, lo que provocará la distorsión del mercado mencionada anteriormente: la salida de algunos proveedores limita el volumen de transacciones, mientras que el precio promedio del mercado se reduce.
Para este escenario, la estrategia óptima es “cargo adicional por volumen de transacción”: cuanto más clientes atienda el proveedor, más alta será la tarifa por cada transacción.
Este mecanismo puede formar una “restricción natural” para los proveedores agresivos de bajo costo, evitando que ocupen una cuota de mercado excesiva a precios insostenibles, manteniendo así el equilibrio del mercado.
Cuando el nivel de competencia en el mercado es moderado o insuficiente, la estrategia óptima se convierte en “descuento por volumen de transacción”: cuanto más clientes atiendan los proveedores, menor será la tarifa que deberán pagar por cada transacción. Este mecanismo incentivará a los proveedores a aumentar el volumen de transacciones mediante la reducción de precios, mejorando efectivamente la competitividad del mercado siempre que se evite que los precios caigan por debajo de un nivel sostenible.
Por ejemplo, en una plataforma de redes sociales descentralizada, se pueden cobrar tarifas más bajas a los “creadores con mayor interacción de usuarios”, incentivándolos a establecer precios más competitivos para el contenido premium, al mismo tiempo que se atrae a más usuarios a participar.
La belleza del mecanismo de tarifas afines radica en que no requiere que la plataforma conozca los costos específicos de cada proveedor; la estructura de tarifas generará incentivos positivos, guiando a los proveedores a autoajustarse según su propia información de costos privados. Los proveedores de bajo costo aún pueden obtener ventajas al ofrecer precios inferiores a los de los competidores de alto costo, pero la estructura de tarifas evitará que monopolizen el mercado de manera que perjudique la salud del ecosistema en su conjunto.
Hemos verificado a través de simulaciones matemáticas: una “estructura de tarifas basada en el volumen de transacciones” razonablemente calibrada puede lograr que la plataforma supere el 99% de la eficiencia óptima del mercado teórico. En el marco teórico, su rendimiento supera con creces los modelos de “precios centralizados” y “cero comisiones”. El mercado resultante tendrá las siguientes características:
Los proveedores de bajo costo mantienen una ventaja competitiva, pero no ocuparán una cuota de mercado excesiva;
Los proveedores de alto costo pueden seguir participando al centrarse en “mercados nicho de servicios diferenciados”;
El mercado en su conjunto ha alcanzado un estado de equilibrio más equilibrado, con diferencias de precios razonables;
La plataforma logra ingresos sostenibles al mismo tiempo que mejora las funciones del mercado.
Además, el análisis indica que: la estructura de costos óptima depende de las “características del mercado observables”, y no de la “información de costos privados” de cada proveedor. Al diseñar contratos, la plataforma puede utilizar señales observables como “precio” y “volumen de transacciones” como indicadores proxy de “costos ocultos”, permitiendo a los proveedores mantener el poder de fijación de precios basado en información privada, al tiempo que se aborda el problema inherente de la falta de coordinación en un sistema completamente descentralizado.
El futuro camino de desarrollo de los proyectos de blockchain
Muchos proyectos de blockchain, al adoptar modelos de comisión tradicionales o modelos de cero comisiones, han perjudicado su sostenibilidad financiera y han disminuido la eficiencia del mercado.
Nuestra investigación confirma que una estructura de tarifas bien diseñada no es incompatible con la descentralización, sino que es un elemento central para construir un mercado descentralizado operable.
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¿Cuánto debería cobrar la plataforma Web3 en tarifas de servicio?
Escrito por: Gérard Cachon, Tolga Dizdarer, Gerry Tsoukalas
Compilado por: Luffy, Foresight News
Web3 tiene como objetivo reducir la dependencia de intermediarios, lo que disminuye los costos de servicio y permite a los usuarios tener un mayor control sobre sus propios datos y activos. Por ejemplo, el servicio de potencia de inteligencia artificial ofrecido por Gensyn (plataforma de potencia de IA descentralizada) cuesta solo una pequeña parte de Amazon Web Services (AWS); Drife (plataforma de transporte descentralizada) promete ayudar a los conductores a liberarse de la explotación de comisiones de hasta el 30% de Uber.
Sin embargo, a pesar de que la idea de reducir costos para los usuarios es bastante atractiva, establecer estándares de tarifas y precios razonables requiere que la plataforma encuentre un equilibrio entre múltiples intereses. Los mercados descentralizados más exitosos no abandonan completamente las tarifas, sino que combinan la “fijación de precios descentralizada” con una estructura de tarifas bien pensada que puede crear valor añadido, logrando así un equilibrio entre la oferta y la demanda.
Basado en nuestra investigación, este artículo expondrá lo siguiente: el papel del control de precios y la estructura de costos en la economía de plataformas y la gobernanza; por qué el modelo de “cero costos”, sin importar cuán buenas sean las intenciones del diseñador, está destinado a fracasar; y cómo las plataformas de blockchain deberían formular estrategias de precios. Proponemos un nuevo modelo de “precios afines” basado en el volumen de transacciones, que puede resolver la contradicción entre la información privada y la cooperación del mercado.
¿Por qué son importantes el precio y los costos?
El auge y la caída de las plataformas digitales depende de su capacidad para gestionar dos palancas clave: el control de precios y la estructura de tarifas (es decir, cuánto cobra la plataforma a las partes compradoras y vendedoras que utilizan sus servicios). Ambas no solo son herramientas de generación de ingresos, sino también herramientas de diseño del mercado que moldean el comportamiento del usuario y determinan los resultados del mercado.
El control de precios determina “quién establece el precio de la transacción”. Por ejemplo, Uber establece las tarifas mediante un algoritmo centralizado para lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda y optimizar la estabilidad de precios; en contraste, Airbnb otorga a los anfitriones el derecho de fijar precios de forma autónoma, guiándolos moderadamente solo a través de algoritmos. Ambos modelos tienen sus propias prioridades de solución: la fijación centralizada de precios asegura la eficiencia de colaboración en mercados a gran escala; la fijación descentralizada de precios permite a los proveedores de servicios incorporar información privada (como costos, calidad del servicio, ventajas diferenciadas, etc.) en sus estrategias de precios. No hay una distinción absoluta de superioridad entre los dos modelos; su efectividad depende del escenario de aplicación específico.
El impacto de la estructura de tarifas no se limita a los ingresos de la plataforma, sino que también determina qué participantes ingresan al mercado y cómo opera el mercado. La App Store de Apple cobra una comisión de hasta el 30%, que se utiliza tanto para filtrar la oferta de aplicaciones de calidad y financiar la infraestructura de la plataforma, como para descontentar a los desarrolladores de aplicaciones, aunque normalmente no afecta directamente a los usuarios; en contraste, las altas tarifas de la plataforma de venta de entradas Ticketmaster, si hay opciones alternativas, pueden hacer que artistas y fanáticos se dirijan a otros canales. Desde el extremo de bajas tarifas, el servicio gratuito de publicación de productos en Facebook Marketplace ha dado lugar a problemas de fraude; múltiples plataformas de NFT con tarifas casi cero han llevado a una experiencia de usuario caótica debido a la afluencia de NFT de baja calidad.
La regla es evidente: unos costos demasiado altos llevarán a la pérdida de proveedores; unos costos demasiado bajos perjudicarán la calidad del servicio / producto.
Muchos proyectos de blockchain adoptan un modelo de cero comisiones, cuya lógica es: la plataforma renuncia a la capacidad de extracción de valor, lo que puede llevar a mejores resultados para los proveedores y los usuarios. Sin embargo, este punto de vista ignora el papel clave que tienen las “tarifas razonablemente diseñadas” en el funcionamiento efectivo del mercado: las tarifas no son simplemente una herramienta de comisión, sino que también pueden ser un mecanismo de colaboración.
El equilibrio entre información y colaboración
El núcleo de la contradicción en el diseño de la plataforma es: ¿cómo encontrar un equilibrio entre “usar la información privada de los proveedores de servicios” y “colaborar en el mercado para mejorar la eficiencia”? Nuestra investigación muestra que la forma en que interactúan el control de precios y la estructura de costos determina si esta contradicción se resuelve o se agrava.
Cuando la plataforma establece precios directamente, puede facilitar la coordinación del lado de la oferta y la competencia entre proveedores de servicios, pero debido a la imposibilidad de conocer los costos privados de cada proveedor (como los costos operativos, costos marginales, etc.), la fijación de precios a menudo resulta en un desajuste para ambas partes de la oferta y la demanda: para algunos usuarios, el precio es demasiado alto, mientras que para algunos proveedores, es demasiado bajo. Y la plataforma generalmente cobra una comisión basada en el monto de la transacción, esta fijación de precios ineficiente finalmente llevará a la pérdida de beneficios.
Si los proveedores de servicios establecen precios de manera autónoma, teóricamente su precio puede reflejar los costos reales y la capacidad de servicio: los proveedores de bajo costo pueden obtener una ventaja competitiva al reducir precios, logrando así una mejor coincidencia entre oferta y demanda y una mayor eficiencia del mercado. Sin embargo, la falta de un modelo de precios colaborativo puede ser contraproducente en dos aspectos.
Cuando los productos o servicios están severamente homogeneizados, es fácil que surjan competiciones de precios bajos. Los proveedores con altos costos se ven obligados a salir del mercado, lo que provoca una reducción en la oferta; mientras que en ese momento, la demanda suele estar en una fase de aumento, debilitando finalmente la capacidad de la plataforma para satisfacer la demanda del mercado. Al mismo tiempo, aunque la disminución del precio promedio puede beneficiar a los consumidores, golpeará directamente el modelo de ingresos basado en comisiones de la plataforma.
Cuando los productos o servicios deben complementarse entre sí para alcanzar su máximo valor, los proveedores a menudo fijan precios demasiado altos. A pesar de que numerosos proveedores pueden ingresar a la plataforma, los altos precios establecidos por cada uno elevarán el precio promedio del mercado, lo que finalmente alejará a los usuarios.
Esto no es solo una inferencia teórica: en 2020, Uber probó el “Plan Luigi” en California, que permitía a los conductores establecer sus propios precios. Los resultados mostraron que las tarifas fijadas por los conductores eran generalmente demasiado altas, lo que llevó a los usuarios a cambiar a otras plataformas de transporte, y el plan fue cancelado después de aproximadamente un año de implementación.
Conclusión clave: los resultados anteriores no son casuales, sino que son el resultado de un equilibrio bajo contratos de comisión estándar. Incluso si se optimizan los contratos de comisión, aún pueden dar lugar a fallos de mercado persistentes. Por lo tanto, la cuestión central no es “cuánto debería cobrar la plataforma en comisiones”, sino “cómo diseñar la estructura de tarifas para garantizar que el mercado funcione eficazmente para todos los participantes”.
¿Cómo resolver problemas?
Nuestra investigación ha encontrado que una estructura de tarifas específica puede resolver hábilmente los problemas de colaboración en el mercado, al mismo tiempo que conserva la ventaja de “personalización de precios”. Este modelo de tarifas afines utiliza un mecanismo de “cobro en dos partes”, donde los proveedores de servicios deben pagar a la plataforma:
Costo base fijo por cada transacción;
Tarifas flotantes: aumentan con el volumen de transacciones (cargo adicional) o disminuyen con el volumen de transacciones (tarifa de descuento).
Este modo tendrá un impacto diferenciado en función del costo del proveedor y la posición en el mercado.
En este tipo de mercado, los costos de los proveedores varían significativamente: algunos proveedores tienen costos naturalmente más bajos debido a que poseen tecnología más avanzada, acceso a energía renovable o sistemas de refrigeración eficientes; otros proveedores, aunque tienen costos más altos, pueden ofrecer servicios premium como alta fiabilidad.
En un modelo tradicional de comisiones, si la competencia en el mercado es excesiva, los proveedores de GPU de bajo costo establecerán precios agresivamente bajos, ocupando una cuota de mercado demasiado grande, lo que provocará la distorsión del mercado mencionada anteriormente: la salida de algunos proveedores limita el volumen de transacciones, mientras que el precio promedio del mercado se reduce.
Para este escenario, la estrategia óptima es “cargo adicional por volumen de transacción”: cuanto más clientes atienda el proveedor, más alta será la tarifa por cada transacción.
Este mecanismo puede formar una “restricción natural” para los proveedores agresivos de bajo costo, evitando que ocupen una cuota de mercado excesiva a precios insostenibles, manteniendo así el equilibrio del mercado.
Cuando el nivel de competencia en el mercado es moderado o insuficiente, la estrategia óptima se convierte en “descuento por volumen de transacción”: cuanto más clientes atiendan los proveedores, menor será la tarifa que deberán pagar por cada transacción. Este mecanismo incentivará a los proveedores a aumentar el volumen de transacciones mediante la reducción de precios, mejorando efectivamente la competitividad del mercado siempre que se evite que los precios caigan por debajo de un nivel sostenible.
Por ejemplo, en una plataforma de redes sociales descentralizada, se pueden cobrar tarifas más bajas a los “creadores con mayor interacción de usuarios”, incentivándolos a establecer precios más competitivos para el contenido premium, al mismo tiempo que se atrae a más usuarios a participar.
La belleza del mecanismo de tarifas afines radica en que no requiere que la plataforma conozca los costos específicos de cada proveedor; la estructura de tarifas generará incentivos positivos, guiando a los proveedores a autoajustarse según su propia información de costos privados. Los proveedores de bajo costo aún pueden obtener ventajas al ofrecer precios inferiores a los de los competidores de alto costo, pero la estructura de tarifas evitará que monopolizen el mercado de manera que perjudique la salud del ecosistema en su conjunto.
Hemos verificado a través de simulaciones matemáticas: una “estructura de tarifas basada en el volumen de transacciones” razonablemente calibrada puede lograr que la plataforma supere el 99% de la eficiencia óptima del mercado teórico. En el marco teórico, su rendimiento supera con creces los modelos de “precios centralizados” y “cero comisiones”. El mercado resultante tendrá las siguientes características:
Los proveedores de bajo costo mantienen una ventaja competitiva, pero no ocuparán una cuota de mercado excesiva;
Los proveedores de alto costo pueden seguir participando al centrarse en “mercados nicho de servicios diferenciados”;
El mercado en su conjunto ha alcanzado un estado de equilibrio más equilibrado, con diferencias de precios razonables;
La plataforma logra ingresos sostenibles al mismo tiempo que mejora las funciones del mercado.
Además, el análisis indica que: la estructura de costos óptima depende de las “características del mercado observables”, y no de la “información de costos privados” de cada proveedor. Al diseñar contratos, la plataforma puede utilizar señales observables como “precio” y “volumen de transacciones” como indicadores proxy de “costos ocultos”, permitiendo a los proveedores mantener el poder de fijación de precios basado en información privada, al tiempo que se aborda el problema inherente de la falta de coordinación en un sistema completamente descentralizado.
El futuro camino de desarrollo de los proyectos de blockchain
Muchos proyectos de blockchain, al adoptar modelos de comisión tradicionales o modelos de cero comisiones, han perjudicado su sostenibilidad financiera y han disminuido la eficiencia del mercado.
Nuestra investigación confirma que una estructura de tarifas bien diseñada no es incompatible con la descentralización, sino que es un elemento central para construir un mercado descentralizado operable.