La visión de JPMorgan para 2026: divergencia económica, divergencia en las políticas y un aumento vertiginoso en la adopción de la IA

JPMorgan predice que en 2026 el mercado estará dominado por el superciclo de la IA, políticas monetarias desiguales y una creciente polarización económica, lo que respaldará el alza de las bolsas globales y sitúa el S&P en 7.500 puntos.

Autor del artículo: Zhang Yaqi

Fuente: Wallstreetcn

Según el informe anual de perspectivas publicado por JPMorgan el día 5, en 2026 los mercados globales se verán profundamente remodelados por tres fuerzas clave: políticas monetarias desiguales, la adopción acelerada de la inteligencia artificial y una creciente polarización multidimensional del mercado y la economía.

Según Trend Following Desk, a pesar del entorno macroeconómico complejo, JPMorgan se mantiene positivo respecto a los mercados bursátiles globales y fija el objetivo para el S&P 500 a finales de 2026 en 7.500 puntos. Los estrategas consideran que el “superciclo de la IA” está impulsando un gasto de capital récord y una expansión de los beneficios, lo que será el principal motor de inversión para el próximo año. Si la Reserva Federal relaja aún más su política debido a la mejora de la inflación, el S&P 500 incluso podría superar los 8.000 puntos en 2026. Al cierre de esta edición, los futuros del S&P 500 suben un 0,19 hasta los 6.870 puntos.

En cuanto a política monetaria, JPMorgan prevé que la Reserva Federal recortará los tipos de interés en 25 puntos básicos en diciembre de este año y en enero del próximo, para después hacer una pausa y mantener este “sesgo asimétrico” durante la primera mitad de 2026. Este camino de política llevará a una fuerte divergencia entre los bancos centrales de los mercados desarrollados: excepto la Fed y el Banco de Inglaterra, que se espera que bajen tipos, los bancos centrales de la eurozona, Escandinavia y Australia probablemente mantendrán sin cambios su política en 2026. Esta divergencia ejercerá presión bajista sobre el dólar, aunque las caídas se verán limitadas por la fortaleza relativa de la economía estadounidense.

El equipo global de estrategia de mercados de JPMorgan destaca que 2026 estará marcada por una “polarización multidimensional”: el mercado bursátil se divide entre acciones de IA y no IA, la economía estadounidense muestra una brecha entre un fuerte gasto de capital y una demanda laboral débil, y el consumo presenta una evolución poco saludable en forma de “K”.

Superciclo de IA y polarización económica

JPMorgan no solo considera 2026 como el año del auge en la adopción de la IA, sino que lo define como un periodo clave para la reinvención de la inversión, la productividad y el liderazgo industrial. La expansión continua de la IA está impulsando una ola de inversiones de capital a nivel global. El informe apunta que, aunque EE.UU. enfrenta retos laborales en algunos sectores, la inversión empresarial está siendo fuertemente impulsada por la tendencia de la IA. El banco considera que el impulso de la industria de la IA se está extendiendo tanto en términos geográficos como sectoriales, desde tecnología y servicios públicos hasta banca, sanidad y logística.

Este crecimiento impulsado por la tecnología también está exacerbando la fractura interna de la estructura económica. JPMorgan describe una “economía en forma de K”, donde el gasto de capital empresarial (Capex) es sólido pero el gasto de los hogares presenta una fuerte polarización. Si bien la agenda de desregulación del nuevo gobierno de EE.UU. podría liberar nuevas energías empresariales, el impacto de las políticas arancelarias puede ser escalonado, y el aumento de la productividad por la IA y la bajada de los precios de la energía compensarán parcialmente el efecto inflacionario de los aranceles.

En cuanto al crecimiento económico, JPMorgan prevé que el PIB mundial aumentará un 2,5% en 2026, prácticamente igual que el 2,7% de 2025. El crecimiento del PIB de EE.UU. se mantendría en el 2,0% y el de la eurozona bajaría al 1,3%. El informe señala que las perspectivas globales siguen siendo resilientes, gracias principalmente a políticas monetarias y fiscales laxas, así como a una menor preocupación del mercado por la política estadounidense. El banco estima que la inflación en EE.UU. seguirá siendo tenaz, con la inflación subyacente del PCE subiendo ligeramente del 3,0% en 2025 al 3,1% en 2026.

La “sincronía” de la política monetaria es cosa del pasado. JPMorgan espera que el ritmo de relajación en mercados desarrollados sea muy desigual. La Fed, tras completar los “recortes preventivos”, estabilizará el tipo neutral en torno al 3%. Por el contrario, el Banco de Inglaterra prevé nuevos recortes en diciembre de 2025 y en marzo y junio de 2026. En la eurozona y Japón, los tipos de interés afrontarán presiones diferentes, especialmente en Japón, donde la actitud cautelosa del Banco Central limita pero no impide la presión alcista sobre los tipos del yen.

Estrategia multiactivo: bajista en petróleo, extremadamente alcista en oro

Basándose en este análisis macroeconómico, JPMorgan ofrece opiniones claras para la asignación multiactivo:

Bonos y tipos de interés: Prevén que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años primero baje y luego suba, con un objetivo de 4,25% a mitad de año y 4,35% a final de año. Dado que se espera que la Fed pause los recortes, los estrategas recomiendan infraponderar la parte media de la curva (2/5/10 años).

Divisas: Mantienen una visión bajista sobre el dólar, considerando que el sesgo asimétrico de la Fed en la primera mitad de 2026 limitará su fortalecimiento. Son bajistas en yen, previendo que el USD/JPY alcanzará 164 en el cuarto trimestre de 2026. En emergentes, apuestan por monedas de alto rendimiento como el real brasileño (BRL), el peso mexicano (MXN) y el rand sudafricano (ZAR).

Materias primas: JPMorgan es bajista en petróleo, esperando que el desequilibrio entre oferta y demanda haga caer el precio hasta un promedio de solo 58 dólares por barril de Brent en 2026. Por el contrario, mantienen una visión estructuralmente alcista en metales preciosos y sitúan el objetivo del oro para el cuarto trimestre de 2026 en un sorprendente nivel de 5.000 dólares por onza, junto con perspectivas positivas para la plata, el cobre (impulsado principalmente por la demanda eléctrica de la IA) y el aluminio.

JPMorgan expone los principales supuestos de escenario. En un caso optimista de “riesgo al alza”, el tema de la IA se amplía aún más, o se produce una “desinflación inmaculada”, es decir, el aumento de la productividad compensa las presiones inflacionistas y permite a la Fed normalizar los tipos de interés. Además, si el gobierno de EE.UU. relaja la regulación o la expansión fiscal global genera efectos multiplicadores, podría impulsarse un crecimiento económico superior al esperado.

En el escenario negativo de “riesgo a la baja”, las principales amenazas incluyen una ralentización macroeconómica real, dudas del mercado sobre la IA que provoquen una corrección en las tecnológicas y un giro repentino en la política de la Fed. Especialmente si la inflación sigue siendo persistente y la Fed se ve obligada a abandonar su sesgo asimétrico para endurecer la política, podría producirse una restricción de la liquidez que perjudique a los activos de alta beta.