Los márgenes se están reduciendo. ¿Las tasas de interés? Están subiendo. ¿Y los inversores? Están observando cada movimiento.

En este entorno, los ejecutivos no pueden permitirse ser financieramente analfabetos. Los números cuentan la historia: flujo de efectivo, niveles de deuda, tasa de quema. Ignorarlos no es solo arriesgado. Es imprudente.

El liderazgo hoy en día significa fluidez en el lenguaje de las finanzas. No solo saber lo que informa el CFO, sino entender lo que significa para la estrategia, la ejecución y la supervivencia. La era de delegar la alfabetización financiera ha terminado. Si estás tomando decisiones que impactan el balance, es mejor que sepas cómo leerlo.