TikTok acaba de esquivar una bala, pero aún no es momento de abrir el champán. Se dice en la calle que la actual administración de EE. UU. no ha terminado de apuntar a los jugadores tecnológicos chinos. Mientras TikTok obtuvo su permiso temporal, Washington aparentemente se está preparando para apuntar a otros nombres importantes en el ecosistema tecnológico chino.

Esto importa más allá de las aplicaciones de redes sociales. Las represalias regulatorias contra las empresas tecnológicas—especialmente aquellas con operaciones transfronterizas—tienden a repercutir en toda la economía digital. Para aquellos de nosotros que observamos el espacio de cripto y Web3, es un recordatorio de que las tensiones geopolíticas pueden remodelar el campo de juego de la noche a la mañana. La infraestructura descentralizada y las soluciones no custodiadas podrían empezar a parecer mucho más atractivas si las plataformas centralizadas siguen siendo atrapadas en el fuego cruzado regulatorio.

¿Alguien más piensa que esto podría acelerar el cambio hacia alternativas descentralizadas?