¿Sabes ese tipo que cierra UNA operación rentable y de repente piensa que ha descifrado todo el código del mercado? Sí, todos lo hemos visto. Diablos, probablemente hemos SIDO él.

Das un buen golpe, acumulas algunas ganancias, y boom – instantánea transformación en un autoproclamado gurú del trading. De repente, estás aquí dando consejos no solicitados, publicando gráficos con 47 indicadores, hablando de "gestión de riesgos" como si no hubieras arriesgado toda tu inversión la semana pasada.

El aumento de confianza es real. Una vela verde y ya estás planeando qué color de Lambo combina con la estética de tu cartera.

Pero aquí está la cosa: el mercado tiene una manera curiosa de humillarte justo cuando comienzas a sentirte invencible. ¿Ese próximo comercio? Una historia diferente.

Mantente humilde ahí fuera, familia. Una victoria no te convierte en Warren Buffett. Simplemente te hace... un poco menos rekt que ayer.