Recientemente escuché un caso real bastante interesante.

Un amigo que trabaja como asesor financiero, especializado en gestionar salarios y transferencias de fondos para empresas multinacionales. Antes usaba transferencias bancarias? Eso era una pesadilla — lentísimo, con tarifas exorbitantes. Especialmente cuando se trataba de diferentes países y monedas, los bancos intermedios se comían una parte, y no sabías cuántos días tardaría en llegar el dinero.

Luego, intentó usar la red TRON para transferencias internacionales. ¿El resultado? Rápido, con tarifas bajas y mucho más cómodo para los clientes. Ahora, este proceso se ha convertido en su estándar para atender a sus clientes.

De hecho, esa es la utilidad más concreta de la blockchain — no solo conceptos, sino resolver problemas directamente. El sistema financiero tradicional realmente no puede seguir el ritmo en los pagos transfronterizos, y los pagos en cadena vienen a cubrir esa brecha.