Los datos on-chain están tan fríos como en diciembre en el noreste, y cada día hay menos personas participando.

Antes cualquier proyecto podía multiplicarse varias veces, ¿y ahora? El techo se está bajando cada vez más, los inversores minoristas están a punto de rendirse.

¿Y la narrativa prometida? Ahora es solo un adorno superficial. ¿Comunidad? La gente se ha ido, quedan solo unos pocos bots llenando la pantalla. En cuanto a la construcción del ecosistema, suena como un cuento de hadas. Aquellos que se negaron a vender, los "manos de diamante", al final descubrieron que se convirtieron en los más duros compradores.

Incluso la combinación de Musk con el vicepresidente de Estados Unidos, esta narrativa de tráfico de primer nivel, como máximo, solo logró llevar el precio a 130,000 dólares. ¿Cuánto esperaban que llegara antes? Ahora, a esta altura, es un poco difícil de aceptar.

El mercado realmente ha cambiado. La época en la que se podía despegar solo con emociones e historias parece estar quedando atrás.