Los números son alarmantes: las violaciones de seguridad en Web3 en la primera mitad de 2025 ya han superado el total de todo 2024. A medida que el ecosistema cripto se expande, las superficies de ataque se multiplican exponencialmente.

¿Qué se está haciendo? Algunos equipos están reconstruyendo la arquitectura de seguridad desde cero, tratando la protección no como una idea secundaria, sino como infraestructura fundamental. La pregunta no es si existen vulnerabilidades, sino cuán rápido podemos construir mecanismos de defensa resilientes antes de que llegue la próxima ola.