Honestamente, las criptomonedas podrían ser el espacio más afortunado en el que hemos tropezado.

Piénsalo: ¿qué otra industria te permite entrar con habilidades básicas, esforzarte durante uno o dos años y realmente construir algo que importa? Sin requisitos de título, sin escalar una escalera corporativa durante una década.

Aprendes sobre la marcha. Contratos inteligentes, tokenómica, construcción de comunidades: habilidades que ni siquiera existían hace unos años. El campo de juego es mucho más equitativo que las finanzas o la tecnología tradicionales.

Claro, es volátil y caótico. Pero ese caos? También es la oportunidad. La gente está reescribiendo las reglas en tiempo real, y si estás dispuesto a comprometerte y aprender rápido, hay espacio en la mesa.

No digo que sea fácil — nada que valga la pena hacer lo es. Pero las puertas están realmente abiertas aquí.