En esta última oleada de caídas, han surgido algunos movimientos interesantes en la cadena.
Revisando los datos de entidades de Glassnode (es decir, agrupando las direcciones de monedero controladas por la misma persona), he descubierto que una super ballena empezó de repente a comprar a gran escala ayer, con un volumen de compras claramente superior al de los días anteriores. No hablamos aquí de una sola dirección, sino de clústeres de direcciones identificados por algoritmos.
Retrocediendo medio mes, desde el 4 hasta el 20 de noviembre, el grupo de jugadores medianos que tiene entre 10 y 100 BTC ha estado vendiendo de forma constante, reduciendo su posición en 24.911 BTC en total. Entre los pequeños inversores, el movimiento es aún más evidente.
Pero lo interesante es que los verdaderos grandes jugadores —aquellos super ballenas con entre 10.000 y 100.000 BTC—, por el contrario, están acumulando de forma agresiva, y en quince días han comprado 68.030 BTC.
Si analizamos su historial de operaciones, veremos que este grupo de ballenas empezó a reducir su posición tras alcanzar el máximo en julio del año pasado, y no dejaron de vender hasta mediados de octubre de este año, cuando el BTC cayó por debajo de los 106.000 dólares, momento en el que cambiaron de rumbo y comenzaron a comprar de nuevo.
Esta señal indica al menos una cosa: el gran capital considera que el precio actual ya tiene una buena relación calidad-precio. Sin embargo, no esperes que el precio se dispare en cuanto compren; la experiencia histórica nos dice que los movimientos de las ballenas suelen ser un proceso, y tampoco siempre aciertan comprando en mínimos o vendiendo en máximos. Pero a largo plazo, es cierto que rara vez se quedan atrapados.
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En esta última oleada de caídas, han surgido algunos movimientos interesantes en la cadena.
Revisando los datos de entidades de Glassnode (es decir, agrupando las direcciones de monedero controladas por la misma persona), he descubierto que una super ballena empezó de repente a comprar a gran escala ayer, con un volumen de compras claramente superior al de los días anteriores. No hablamos aquí de una sola dirección, sino de clústeres de direcciones identificados por algoritmos.
Retrocediendo medio mes, desde el 4 hasta el 20 de noviembre, el grupo de jugadores medianos que tiene entre 10 y 100 BTC ha estado vendiendo de forma constante, reduciendo su posición en 24.911 BTC en total. Entre los pequeños inversores, el movimiento es aún más evidente.
Pero lo interesante es que los verdaderos grandes jugadores —aquellos super ballenas con entre 10.000 y 100.000 BTC—, por el contrario, están acumulando de forma agresiva, y en quince días han comprado 68.030 BTC.
Si analizamos su historial de operaciones, veremos que este grupo de ballenas empezó a reducir su posición tras alcanzar el máximo en julio del año pasado, y no dejaron de vender hasta mediados de octubre de este año, cuando el BTC cayó por debajo de los 106.000 dólares, momento en el que cambiaron de rumbo y comenzaron a comprar de nuevo.
Esta señal indica al menos una cosa: el gran capital considera que el precio actual ya tiene una buena relación calidad-precio. Sin embargo, no esperes que el precio se dispare en cuanto compren; la experiencia histórica nos dice que los movimientos de las ballenas suelen ser un proceso, y tampoco siempre aciertan comprando en mínimos o vendiendo en máximos. Pero a largo plazo, es cierto que rara vez se quedan atrapados.