Esta noche, el S&P 500 y el Nasdaq 100 han vuelto a marcar máximos históricos; en teoría, el mercado cripto debería seguirles al alza, pero Bitcoin ha sufrido de repente una fuerte caída. ¿Qué ha pasado realmente detrás de esto?

He revisado los datos on-chain y he encontrado tres pistas:

Primero, las acciones de las grandes carteras. En las últimas doce horas, Wintermute ha estado transfiriendo BTC de forma agresiva, Strategy ha movido de golpe 546,81 monedas y Jump Crypto ha estado recogiendo y redistribuyendo activos con frecuencia. Estas no son operaciones de minoristas, sino una reestructuración de posiciones a nivel institucional. Cuando tanto dinero inteligente mueve ficha a la vez, ¿cómo no va a temblar el mercado?

Después, el campo de batalla de los derivados. En las últimas 24 horas se han liquidado 1.797 millones de dólares en todo el mercado, de los cuales 1.550 millones corresponden a posiciones largas. Este tipo de liquidaciones masivas genera un efecto dominó: la presión vendedora de los margin calls golpea el spot, los futuros perpetuos se desploman, y al final los propios traders se pisan entre sí. Da igual si la bolsa sube o no, porque el apalancamiento en los futuros cripto ya se ha ido de las manos.

Por último, no olvidemos el índice del dólar. El DXY ha vuelto esta noche a superar los 100 puntos; cuando el dólar se fortalece, los activos de riesgo sufren presión de forma natural. Y justo BTC tiene una tasa de apalancamiento demasiado alta, por lo que su volatilidad es aún más sensible respecto a otros activos, y es el primero en caer.

En resumen, no es que haya problemas en las finanzas tradicionales, sino que la propia burbuja de apalancamiento cripto ha estallado. La bolsa estadounidense sigue celebrando, mientras BTC está limpiando el exceso de riesgo acumulado internamente.