Las autoridades japonesas acaban de acusar a alguien por copiar ilegalmente una imagen creada por IA, lo que podría cambiar las reglas del juego para la ley de derechos de autor. Este es uno de los primeros casos en los que las fuerzas del orden están tratando el contenido generado por IA con el mismo peso legal que el trabajo creado por humanos. La medida plantea grandes preguntas: ¿Quién posee realmente las salidas de la IA? ¿Se puede registrar algo que hizo una máquina? A medida que el arte de IA inunda el mercado, los tribunales de todo el mundo están luchando por ponerse al día con la tecnología.