He estado trabajando turnos de 12-14 horas desde mis años de adolescente, desplazándome por respuestas, buscando cualquier oportunidad para hacer un dólar. Así fue como comenzó.
Fui aniquilado. No una vez. Múltiples veces.
Cada vez pensaba que se había acabado. Cada vez que me abría camino de regreso.
Mi familia llegó a este país hace tres décadas con básicamente nada. ¿Ese hambre? Está en mi ADN.
De ser un tipo que responde con cambio suelto a reconstruir después de cada caída, este espacio me enseñó que la resiliencia no es opcional. Es supervivencia.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
11 me gusta
Recompensa
11
6
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
FOMOmonster
· hace9h
Esta es nuestra historia, esa que se empieza desde cero y se gana a lo grande.
Ver originalesResponder0
GasWaster
· hace9h
No voy a mentir, esto se siente diferente cuando te das cuenta de que cada caída solo significa que no optimizaste lo suficiente tu estrategia de salida... gasté más en transacciones fallidas durante esa época que tus 50 pavos iniciales jajaja
Ver originalesResponder0
RektDetective
· hace9h
Así es como debería ser realmente una persona de Web3.
Ver originalesResponder0
GreenCandleCollector
· hace9h
Esta es la verdadera historia, no esas tonterías de hacerse rico de la noche a la mañana.
Ver originalesResponder0
GasFeeWhisperer
· hace9h
Esta es la verdadera esencia de web3, caerse y levantarse de nuevo.
Ver originalesResponder0
FreeMinter
· hace9h
50 yuan para empezar, realmente intenso
Levantarse después de varias liquidaciones, así es como debe ser una persona de web3.
¿Mi viaje? Comenzó con solo 50 dólares.
He estado trabajando turnos de 12-14 horas desde mis años de adolescente, desplazándome por respuestas, buscando cualquier oportunidad para hacer un dólar. Así fue como comenzó.
Fui aniquilado. No una vez. Múltiples veces.
Cada vez pensaba que se había acabado. Cada vez que me abría camino de regreso.
Mi familia llegó a este país hace tres décadas con básicamente nada. ¿Ese hambre? Está en mi ADN.
De ser un tipo que responde con cambio suelto a reconstruir después de cada caída, este espacio me enseñó que la resiliencia no es opcional. Es supervivencia.