#美股2026展望 En 2018 hice algo que casi hace que mi familia se derrumbe: cogí los 80.000 yuanes que llevaba ahorrando dos años para la entrada del piso de bodas y los metí todos en $BTC a 450 dólares la unidad.
En ese momento solo tenía una idea en la cabeza: “Si no me subo a este tren ahora, luego ni veré la luz trasera.” Un año después, en una pequeña pensión de Chiang Mai, el móvil de repente me notificó el saldo: 2.300.000. Me quedé mirando la pantalla atónito durante más de diez segundos, de verdad pensé que me había tocado la lotería.
Pero el mercado bajista llega más rápido que un tifón. A finales de 2018, la cifra en la cuenta era como un globo desinflándose, de 2.300.000 bajó hasta 220.000. Estaba sentado frente a la mesa destartalada de la pensión calculando si tenía suficiente para renovar el alquiler, con las cigarras afuera haciendo un ruido insoportable. Fue entonces cuando entendí que caerse desde lo más alto duele de verdad.
Después de muchas liquidaciones y quedarme atrapado, poco a poco fui aprendiendo cuatro reglas para sobrevivir:
Primera, no toques lo que no entiendes. Al principio, escuché a gente decir que los terrenos en el metaverso se iban a disparar, entré sin ni siquiera saber para qué servían y en una semana perdí 220.000. Ahí entendí lo que significa “no puedes ganar dinero más allá de tu conocimiento”.
Segunda, la asignación de activos tiene que ser científica. Ahora divido los fondos en tres partes: 50% en monedas principales como $BTC y $ETH, 30% para arbitraje entre plataformas y el 20% restante como fondo de maniobra. El año pasado, cuando $ETH cayó a 1.200, fue este dinero el que usé para reforzar posiciones y no me perdí el rebote.
Tercera, nunca apalancamiento. Cuando lo aposté todo en futuros y me liquidaron, volví a la casilla de salida en una noche. Desde entonces, desactivé la función de futuros en cierto exchange: nunca fue un amplificador de ganancias, sino una máquina de triturar capital.
Cuarta, la información hay que analizarla uno mismo. Esos grupos de señales y los influencers que recomiendan monedas son todo trampas; solo creo en los datos on-chain y los whitepapers. Antes del colapso de FTX en 2022, revisé las reservas y vi que algo no cuadraba, así que saqué los activos antes y me libré del desastre.
Ahora ya no busco subidas explosivas, solo quiero lograr un 20% anual de forma estable. Este año llevo un 18% y ya estoy muy satisfecho. En este sector, sobrevivir es lo más importante.
Mucha gente se queda atrapada en las subidas y bajadas no por falta de esfuerzo, sino por falta de claridad. El mercado siempre está ahí, lo importante es encontrar la dirección correcta.
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TooScaredToSell
· hace4h
Jaja, de verdad, la sensación de quebrarse en una noche durante el Mercado bajista es la más curativa.
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GasGuzzler
· hace4h
Joder, de 2.300.000 ha vuelto a caer a 220.000, hay que tener unos nervios de acero para aguantar eso, yo ya me habría vuelto loco hace tiempo.
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GateUser-addcaaf7
· hace4h
Este tipo realmente ha acumulado experiencia a base de dinero y lágrimas, me reí con la parte de los alojamientos en Chiang Mai... de 2.3 millones a 220 mil, cuánta desesperación debe haber sentido.
#美股2026展望 En 2018 hice algo que casi hace que mi familia se derrumbe: cogí los 80.000 yuanes que llevaba ahorrando dos años para la entrada del piso de bodas y los metí todos en $BTC a 450 dólares la unidad.
En ese momento solo tenía una idea en la cabeza: “Si no me subo a este tren ahora, luego ni veré la luz trasera.” Un año después, en una pequeña pensión de Chiang Mai, el móvil de repente me notificó el saldo: 2.300.000. Me quedé mirando la pantalla atónito durante más de diez segundos, de verdad pensé que me había tocado la lotería.
Pero el mercado bajista llega más rápido que un tifón. A finales de 2018, la cifra en la cuenta era como un globo desinflándose, de 2.300.000 bajó hasta 220.000. Estaba sentado frente a la mesa destartalada de la pensión calculando si tenía suficiente para renovar el alquiler, con las cigarras afuera haciendo un ruido insoportable. Fue entonces cuando entendí que caerse desde lo más alto duele de verdad.
Después de muchas liquidaciones y quedarme atrapado, poco a poco fui aprendiendo cuatro reglas para sobrevivir:
Primera, no toques lo que no entiendes. Al principio, escuché a gente decir que los terrenos en el metaverso se iban a disparar, entré sin ni siquiera saber para qué servían y en una semana perdí 220.000. Ahí entendí lo que significa “no puedes ganar dinero más allá de tu conocimiento”.
Segunda, la asignación de activos tiene que ser científica. Ahora divido los fondos en tres partes: 50% en monedas principales como $BTC y $ETH, 30% para arbitraje entre plataformas y el 20% restante como fondo de maniobra. El año pasado, cuando $ETH cayó a 1.200, fue este dinero el que usé para reforzar posiciones y no me perdí el rebote.
Tercera, nunca apalancamiento. Cuando lo aposté todo en futuros y me liquidaron, volví a la casilla de salida en una noche. Desde entonces, desactivé la función de futuros en cierto exchange: nunca fue un amplificador de ganancias, sino una máquina de triturar capital.
Cuarta, la información hay que analizarla uno mismo. Esos grupos de señales y los influencers que recomiendan monedas son todo trampas; solo creo en los datos on-chain y los whitepapers. Antes del colapso de FTX en 2022, revisé las reservas y vi que algo no cuadraba, así que saqué los activos antes y me libré del desastre.
Ahora ya no busco subidas explosivas, solo quiero lograr un 20% anual de forma estable. Este año llevo un 18% y ya estoy muy satisfecho. En este sector, sobrevivir es lo más importante.
Mucha gente se queda atrapada en las subidas y bajadas no por falta de esfuerzo, sino por falta de claridad. El mercado siempre está ahí, lo importante es encontrar la dirección correcta.