Está surgiendo un nuevo modelo en el que la inteligencia deja de estar encerrada tras APIs y empieza a fluir como un activo. Imagina invertir en el potencial de un agente de IA—no en su código, sino en su capacidad evolutiva. Cuanta más gente interactúe con él, más agudo se vuelve. ¿Ese crecimiento? Posees una parte de él.
Lo que estamos viendo ahora es solo el calentamiento. A medida que los sistemas autónomos comiencen a comunicarse y aprender entre sí sin la intervención humana, toda la estructura se acelerará. Las redes descentralizadas están empezando a habilitar una IA que no solo responde—anticipa, se adapta, compone su propio razonamiento.
El verdadero cambio no es técnico. Es económico. La inteligencia en sí misma se vuelve líquida.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
12 me gusta
Recompensa
12
4
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
APY追逐者
· hace6h
Hmm... la lógica de que la inteligencia se convierta en un activo líquido suena bastante atractiva, pero ¿realmente se puede lograr?
Ver originalesResponder0
MEVSandwich
· hace6h
Amigo, me creo esta lógica, pero ¿cómo se puede monetizar?
Ver originalesResponder0
AirdropHunterZhang
· hace6h
Vaya, ¿esto no significa que la IA también puede tokenizarse? Ya veía venir este camino, solo esperaba a que algún proyecto se atreviera a lanzarlo de verdad, y entonces aparecerán nuevas formas de interactuar y aprovechar las oportunidades.
Ver originalesResponder0
DeFiChef
· hace6h
¡Vaya, esta lógica es un poco increíble! ¿Algo tan inteligente también puede ser líquido? ¿Se puede comprar y además aumentar de valor?
Está surgiendo un nuevo modelo en el que la inteligencia deja de estar encerrada tras APIs y empieza a fluir como un activo. Imagina invertir en el potencial de un agente de IA—no en su código, sino en su capacidad evolutiva. Cuanta más gente interactúe con él, más agudo se vuelve. ¿Ese crecimiento? Posees una parte de él.
Lo que estamos viendo ahora es solo el calentamiento. A medida que los sistemas autónomos comiencen a comunicarse y aprender entre sí sin la intervención humana, toda la estructura se acelerará. Las redes descentralizadas están empezando a habilitar una IA que no solo responde—anticipa, se adapta, compone su propio razonamiento.
El verdadero cambio no es técnico. Es económico. La inteligencia en sí misma se vuelve líquida.