Al parecer, el Banco Central Europeo no está muy contento con el último movimiento de Italia respecto a su reserva de oro. Se dice que están rechazando una propuesta que podría cambiar la forma en que Roma gestiona aproximadamente $300 mil millones en reservas de oro. Clásico drama de los bancos centrales: cuando los gobiernos nacionales quieren más flexibilidad con sus metales preciosos, la gente en Frankfurt se pone nerviosa. Puede ser interesante ver cómo se desarrolla esto, especialmente con toda la incertidumbre macroeconómica que hay en el ambiente. El oro ha estado en el centro de atención últimamente, así que el momento no podría ser más oportuno.