Después de dos ciclos de altibajos, pasé de un capital inicial de 50.000 a más de 3.000 monedas, y no fue por apostar todo a una sola carta, sino por la estrategia más sencilla de operar con media posición: los rendimientos mensuales solían superar el 60%. Enseñé este método a mi cuñado y en cuatro meses duplicó su capital. Hoy comparto algunas lecciones prácticas desde el corazón; quien sepa escucharlas, al menos se ahorrará años de aprendizaje.
Divide el capital en cinco partes y, cada vez, solo opera con una. Fija el stop loss estrictamente en un 10%, de modo que en cada operación solo puedas perder como máximo el 2% del total. ¿Pierdes cinco veces seguidas? Solo habrás perdido un 10%. Al contrario, pon el take profit a partir del 10%. ¿Jugando así te quedarás atrapado? El riesgo siempre estará bajo control.
La clave del trading son dos palabras: seguir la tendencia. En una tendencia bajista, cada rebote es una trampa para incautos; en una tendencia alcista, cada retroceso es el punto de entrada. ¿Crees que es más fácil ganar dinero cruzando el río a tientas, o esperando a que baje el nivel del agua? La respuesta es evidente.
No toques monedas que hayan subido bruscamente en el corto plazo. Ya sean principales o altcoins, son pocas las que pueden mantener varias subidas consecutivas. La lógica es sencilla: si se agota toda la energía en el corto plazo, no queda fuerza para más. Si el precio se estanca arriba y no sube, solo puede bajar. Todos entienden esto, pero siempre hay quien apuesta a que no será el último en comprar.
Elige indicadores técnicos fiables; yo suelo usar el MACD. Cuando las líneas DIF y DEA cruzan al alza por debajo del eje cero y luego lo superan, es una señal relativamente segura de entrada; si el MACD cruza a la baja por encima del eje cero, es momento de reducir posición.
La palabra "promediar a la baja" ha arruinado a muchos. Cuanto más pierdes, más compras, y el agujero se hace más grande; es el mayor error en el trading de criptomonedas, y es buscar la ruina activamente. Recuerda esta regla de hierro: nunca añadas dinero a posiciones en pérdidas, solo aumenta en las que están en ganancias.
La relación entre volumen y precio es clave. Si tras consolidar en niveles bajos el precio rompe con volumen, presta atención; si en máximos hay mucho volumen pero el precio no sube, no lo dudes, sal de inmediato.
Solo opera monedas en tendencia alcista: es más fácil, menos estresante y con mayor tasa de éxito. Para el corto plazo, observa el cruce de la media móvil de 3 días; para el medio plazo, la de 30 días; para captar la fase principal de subida, la de 84 días; para el largo plazo, la de 120 días. Si todas apuntan hacia arriba, el tren sigue en marcha.
Tras cada operación, haz siempre un repaso. ¿Sigue vigente la lógica de compra original? ¿El gráfico semanal cumple tus expectativas? ¿Ha cambiado la tendencia principal? Solo revisando a tiempo podrás ajustar la estrategia dinámicamente.
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Después de dos ciclos de altibajos, pasé de un capital inicial de 50.000 a más de 3.000 monedas, y no fue por apostar todo a una sola carta, sino por la estrategia más sencilla de operar con media posición: los rendimientos mensuales solían superar el 60%. Enseñé este método a mi cuñado y en cuatro meses duplicó su capital. Hoy comparto algunas lecciones prácticas desde el corazón; quien sepa escucharlas, al menos se ahorrará años de aprendizaje.
Divide el capital en cinco partes y, cada vez, solo opera con una. Fija el stop loss estrictamente en un 10%, de modo que en cada operación solo puedas perder como máximo el 2% del total. ¿Pierdes cinco veces seguidas? Solo habrás perdido un 10%. Al contrario, pon el take profit a partir del 10%. ¿Jugando así te quedarás atrapado? El riesgo siempre estará bajo control.
La clave del trading son dos palabras: seguir la tendencia. En una tendencia bajista, cada rebote es una trampa para incautos; en una tendencia alcista, cada retroceso es el punto de entrada. ¿Crees que es más fácil ganar dinero cruzando el río a tientas, o esperando a que baje el nivel del agua? La respuesta es evidente.
No toques monedas que hayan subido bruscamente en el corto plazo. Ya sean principales o altcoins, son pocas las que pueden mantener varias subidas consecutivas. La lógica es sencilla: si se agota toda la energía en el corto plazo, no queda fuerza para más. Si el precio se estanca arriba y no sube, solo puede bajar. Todos entienden esto, pero siempre hay quien apuesta a que no será el último en comprar.
Elige indicadores técnicos fiables; yo suelo usar el MACD. Cuando las líneas DIF y DEA cruzan al alza por debajo del eje cero y luego lo superan, es una señal relativamente segura de entrada; si el MACD cruza a la baja por encima del eje cero, es momento de reducir posición.
La palabra "promediar a la baja" ha arruinado a muchos. Cuanto más pierdes, más compras, y el agujero se hace más grande; es el mayor error en el trading de criptomonedas, y es buscar la ruina activamente. Recuerda esta regla de hierro: nunca añadas dinero a posiciones en pérdidas, solo aumenta en las que están en ganancias.
La relación entre volumen y precio es clave. Si tras consolidar en niveles bajos el precio rompe con volumen, presta atención; si en máximos hay mucho volumen pero el precio no sube, no lo dudes, sal de inmediato.
Solo opera monedas en tendencia alcista: es más fácil, menos estresante y con mayor tasa de éxito. Para el corto plazo, observa el cruce de la media móvil de 3 días; para el medio plazo, la de 30 días; para captar la fase principal de subida, la de 84 días; para el largo plazo, la de 120 días. Si todas apuntan hacia arriba, el tren sigue en marcha.
Tras cada operación, haz siempre un repaso. ¿Sigue vigente la lógica de compra original? ¿El gráfico semanal cumple tus expectativas? ¿Ha cambiado la tendencia principal? Solo revisando a tiempo podrás ajustar la estrategia dinámicamente.