Una bajada de tipos no significa el final, sino que podría ser el comienzo de nuevos riesgos.
Este ajuste de política se parece más a un resultado forzado por el mercado que a una elección proactiva del equipo de decisión. La línea temporal es clave: el jueves a las 3 de la madrugada se anunció la bajada de tipos, y media hora después Powell intervino. Mi impresión es que lanzará una señal mucho más dura de lo previsto—un aviso preventivo al mercado, insinuando que no habrá más bajadas fácilmente a corto plazo.
La experiencia histórica nos dice: cuando hay que enfriar el mercado, la Reserva Federal no duda.
¿Por qué el cambio de expectativas hacia una postura más dura? La lógica es sencilla. Tras la bajada, los tipos caerán al 3,5%, es decir, a esa supuesta "zona neutral", que ya no es una política restrictiva. Pero el problema es que la inflación sigue en torno al 3%, todavía lejos del objetivo del 2%.
Si observamos los datos económicos, no se han deteriorado hasta el punto de requerir una relajación sostenida. Desde el punto de vista técnico, la Reserva Federal no tiene motivos suficientes para seguir flexibilizando. Esto es coherente con su actitud anterior: resistir mientras se pueda, endurecer si es necesario.
Mi opinión es clara: Tras la bajada de tipos de la semana que viene, es muy probable que el mercado experimente una corrección profunda, que no será de corta duración.
En cuanto a mi estrategia personal, aprovecharé los rebotes para abrir posiciones cortas de 2 a 5 veces a largo plazo.
Por supuesto, si tu perfil es más conservador, lo más prudente es observar—esperar a que llegue la verdadera caída el año que viene para plantearte entrar.
¿Por qué esperar hasta el año que viene? Porque el entorno político en la segunda mitad del próximo año podría cambiar radicalmente: con la llegada de un nuevo gobierno, lo más probable es que se nombre un nuevo presidente de la Reserva Federal, y el nuevo responsable probablemente adoptará una postura de relajación agresiva. Será entonces cuando realmente se abra la compuerta de la liquidez y comience un ciclo alcista de 3 a 5 años.
Ahora estamos en la calma previa a la tormenta; el verdadero punto de inflexión llegará el año que viene.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
10 me gusta
Recompensa
10
3
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
OldLeekMaster
· 12-08 08:50
Esperemos a que caiga al fondo para hablar.
Ver originalesResponder0
MevTears
· 12-08 08:46
Sentado firmemente en la cima de la montaña observando los cambios del viento y las nubes
Una bajada de tipos no significa el final, sino que podría ser el comienzo de nuevos riesgos.
Este ajuste de política se parece más a un resultado forzado por el mercado que a una elección proactiva del equipo de decisión. La línea temporal es clave: el jueves a las 3 de la madrugada se anunció la bajada de tipos, y media hora después Powell intervino. Mi impresión es que lanzará una señal mucho más dura de lo previsto—un aviso preventivo al mercado, insinuando que no habrá más bajadas fácilmente a corto plazo.
La experiencia histórica nos dice: cuando hay que enfriar el mercado, la Reserva Federal no duda.
¿Por qué el cambio de expectativas hacia una postura más dura? La lógica es sencilla.
Tras la bajada, los tipos caerán al 3,5%, es decir, a esa supuesta "zona neutral", que ya no es una política restrictiva. Pero el problema es que la inflación sigue en torno al 3%, todavía lejos del objetivo del 2%.
Si observamos los datos económicos, no se han deteriorado hasta el punto de requerir una relajación sostenida. Desde el punto de vista técnico, la Reserva Federal no tiene motivos suficientes para seguir flexibilizando. Esto es coherente con su actitud anterior: resistir mientras se pueda, endurecer si es necesario.
Mi opinión es clara:
Tras la bajada de tipos de la semana que viene, es muy probable que el mercado experimente una corrección profunda, que no será de corta duración.
En cuanto a mi estrategia personal, aprovecharé los rebotes para abrir posiciones cortas de 2 a 5 veces a largo plazo.
Por supuesto, si tu perfil es más conservador, lo más prudente es observar—esperar a que llegue la verdadera caída el año que viene para plantearte entrar.
¿Por qué esperar hasta el año que viene?
Porque el entorno político en la segunda mitad del próximo año podría cambiar radicalmente: con la llegada de un nuevo gobierno, lo más probable es que se nombre un nuevo presidente de la Reserva Federal, y el nuevo responsable probablemente adoptará una postura de relajación agresiva. Será entonces cuando realmente se abra la compuerta de la liquidez y comience un ciclo alcista de 3 a 5 años.
Ahora estamos en la calma previa a la tormenta; el verdadero punto de inflexión llegará el año que viene.