Una de las principales plataformas de intercambio acaba de anunciar una cifra: los usuarios registrados a nivel mundial han superado los 300 millones.

¿Qué significa esto? Que de cada 26 personas en la Tierra, 1 se ha registrado en esta plataforma. El tamaño de usuarios ya se acerca a la población total de Estados Unidos, y supera la suma de Canadá, Australia y Corea del Sur. En los últimos 14 meses han sumado 100 millones de nuevos usuarios, con un promedio diario de más de 230.000 nuevos registros.

Lo curioso es que, en 2022, cuando ocurrió el colapso de FTX, todo el mercado clamaba que "las plataformas centralizadas estaban acabadas". Menos de tres años después, esta plataforma ha duplicado sus usuarios de 150 millones a 300 millones. Los hechos, reflejados en la elección del mercado, son mucho más convincentes que cualquier debate.

¿Qué hacen estos 300 millones de personas? En Vietnam, los conductores de moto cobran su salario en USDT; amas de casa en Argentina lo usan para cubrirse contra la devaluación del peso; jóvenes en Nigeria obtienen ingresos extra mediante el comercio P2P; grandes capitales en Oriente Medio mueven cientos de millones de dólares por operación; y chinos en el extranjero lo usan como herramienta de transferencias transfronterizas. Las necesidades son muy variadas, pero todas muy reales.

Algunos atribuyen esto a la "recuperación del mercado". Pero yo no lo veo así. Más bien parece que, a nivel global, la forma en que el dinero y el valor se mueven está experimentando un cambio estructural. Cuando una plataforma puede atender las necesidades financieras de 300 millones de personas, su papel va mucho más allá del de un simple "exchange": se convierte en una nueva infraestructura financiera.

De ser perseguida y bloqueada por reguladores de todo el mundo, a captar 2.000 millones de dólares de fondos institucionales; de renovaciones completas en la dirección, a un crecimiento explosivo de usuarios a contracorriente del mercado. Esta resiliencia refleja la necesidad global de servicios financieros digitales. ¿El próximo hito serán 500 millones o 1.000 millones? La respuesta a esta pregunta podría llegar antes de lo que imaginamos.