Últimamente las voces pesimistas en el mercado son tan exageradas que rozan lo absurdo.

En Estados Unidos se compara la bolsa con la crisis de 2008, en China se dice que habrá una gran recolección de beneficios, y el mercado cripto aún más dramático: las altcoins son calificadas de aire, e incluso el oro se ve como una "señal de peligro". Las teorías del colapso están por todas partes, como si todo fuera a estallar mañana.

Pero este drama se repite cada año. ¿Recuerdas lo que pasó en marzo y abril? En aquel entonces, el mercado también estaba lleno de lamentos, con gritos de "el mundo cripto se acaba" y "la bolsa se desploma", ¿y qué pasó? Al poco tiempo, el mercado rebotó silenciosamente. Ahora parece peligroso, pero los fundamentales no sostienen un "colapso total".

¿Estados Unidos tiene hoy un riesgo sistémico como el de la crisis de las hipotecas subprime de 2007? No. Los datos económicos muestran cierta volatilidad, pero estamos lejos de una explosión real. En China tampoco se han activado los detonantes de un gran desplome. El pesimismo es más bien una ansiedad colectiva tras el contagio emocional.

El mercado cripto hay que analizarlo por partes: aquellas altcoins sin aplicación real y basadas solo en historias y especulación, es inevitable que acaben en burbuja. Pero activos core como Bitcoin y Ethereum son otra cosa: tienen capital a largo plazo, lo que importa es la liquidez y la orientación de las políticas, no se puede generalizar.

La clave está aquí: el ciclo global de expansión monetaria aún no ha terminado. Las expectativas de bajada de tipos, los estímulos fiscales, la liberación de liquidez, son herramientas que los países siguen utilizando. Mientras el grifo siga abierto, el dinero fluirá a los activos de riesgo. Esa es la lógica profunda detrás de la subida de precios, no algo que se pueda cambiar con un par de amenazas.

No te dejes arrastrar por discursos extremos: cuando más fuerte suenan las voces pesimistas, suele ser porque algunos se han quedado fuera y quieren crear pánico para comprar barato. El dinero realmente inteligente entra poco a poco en los bajos, no entra en pánico con la multitud.

El colapso está lejos, la historia de la expansión monetaria aún no ha terminado. En vez de ponerte nervioso por el "techo de la burbuja", vuelve a lo fundamental: cuando haya miedo, observa más y actúa menos, suele ser diez veces mejor que moverse a ciegas.

Oportunidad, posición, ritmo: si entiendes bien estos conceptos, te ahorrarás años de rodeos.