Un enfrentamiento mediático de $108 mil millones acaba de volverse mucho más complicado. La ofensiva de Paramount para adquirir Warner Bros Discovery ahora cuenta con la financiación de Jared Kushner—sí, ese Kushner. De repente, esto ya no es solo otra fusión corporativa. Está involucrando dinero de la familia Trump en lo que ya es uno de los acuerdos más examinados del sector del entretenimiento. Los críticos se preguntan lo obvio: ¿podría la cercanía con la Casa Blanca cambiar el panorama regulatorio? La magnitud por sí sola—$108 mil millones—reconfiguraría el streaming, la producción cinematográfica y la distribución de contenidos durante años. Pero cuando las dinastías políticas empiezan a financiar estas batallas, la línea entre estrategia empresarial y tráfico de influencias se vuelve peligrosamente difusa. Los reguladores seguirán este caso muy de cerca, y también debería hacerlo cualquiera que se preocupe por la concentración mediática.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
9 me gusta
Recompensa
9
7
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
MeltdownSurvivalist
· 12-10 00:02
El capital político da mucho miedo.
Ver originalesResponder0
PebbleHander
· 12-09 12:13
El juego de la connivencia entre política y negocios
Ver originalesResponder0
AirdropBuffet
· 12-09 03:16
Las relaciones de intereses son realmente complejas.
Ver originalesResponder0
MemeCoinSavant
· 12-09 03:16
La teoría de juegos sugiere una jugada de arbitraje regulatorio
Ver originalesResponder0
RadioShackKnight
· 12-09 03:08
Esperando a que el gobierno intervenga
Ver originalesResponder0
CompoundPersonality
· 12-09 02:54
Donde hay connivencia entre política y negocios, seguro que hay trampa.
Ver originalesResponder0
AirdropSweaterFan
· 12-09 02:46
Otra vez se oye que los grandes están monopolizando.
Un enfrentamiento mediático de $108 mil millones acaba de volverse mucho más complicado. La ofensiva de Paramount para adquirir Warner Bros Discovery ahora cuenta con la financiación de Jared Kushner—sí, ese Kushner. De repente, esto ya no es solo otra fusión corporativa. Está involucrando dinero de la familia Trump en lo que ya es uno de los acuerdos más examinados del sector del entretenimiento. Los críticos se preguntan lo obvio: ¿podría la cercanía con la Casa Blanca cambiar el panorama regulatorio? La magnitud por sí sola—$108 mil millones—reconfiguraría el streaming, la producción cinematográfica y la distribución de contenidos durante años. Pero cuando las dinastías políticas empiezan a financiar estas batallas, la línea entre estrategia empresarial y tráfico de influencias se vuelve peligrosamente difusa. Los reguladores seguirán este caso muy de cerca, y también debería hacerlo cualquiera que se preocupe por la concentración mediática.