¿Otra vez ves a gente presumiendo frenéticamente de sus posiciones? Hermanos, ¡esta jugada me pone los pelos de punta!

Te lo digo claro: esos “mentores” que desnudan sus costes y posiciones más que su propio libro de familia, ¿qué crees que buscan? ¿De verdad piensas que has encontrado a un buen samaritano? ¡Despierta! Lo que de verdad les interesa es ese dinerillo que llevas en el bolsillo.

Esto es igual que las tretas del mercado. La pescadera coloca tres carpas gordas en el puesto y jura a gritos: “¡Mi pescado es el más fresco!” Te lo crees, pagas, y al llegar a casa te encuentras con ojos de pez muerto—las piezas de muestra ya se las ha llevado un compinche.

La lógica detrás de mostrar posiciones es muy simple:
Primero construyen el altar del “pronosticador infalible”, te tientan con un par de capturas de pantalla con ganancias. Cuando tienen suficientes seguidores y la confianza bien asentada, dan la vuelta a la jugada y tus fondos pasan a ser su cajero automático. ¿Esas cifras de beneficios? Solo son gusanos en el anzuelo.

La frase “información privilegiada” no es más que un sinónimo de “impuesto a la estupidez”. Si de verdad tuvieran la fórmula mágica para ganar dinero, ¿crees que la anunciarían a los cuatro vientos? Es como el que gana la lotería: no va repartiendo tutoriales por la calle.

Más claro aún:
Esta gente es como los pescadores—primero lanzan un poco de cebo, ( muestran sus posiciones ) para atraer a los peces ( minoristas ) , luego lanzan la caña y recogen la red. Crees que estás copiando al que sabe, pero en realidad ya eres el ingrediente principal en su mesa.

No lo olvides: en el mercado cripto, toda “oportunidad” gratuita y pública esconde un coste oculto que tú no ves.

No seas ese pez que muerde el anzuelo. Investiga por ti mismo y sigue menos a la manada—esa es la clave para sobrevivir.

Y por último, os deseo a todos: que por la mañana tu cuenta siga ahí y por la noche tu ánimo no se venga abajo.