Wall Street está contando una nueva historia, y los nuevos inversores la escuchan con gran entusiasmo.

Sin embargo, el verdadero atractivo de este ciclo de mercado no está realmente en esas decenas de miles de millones de dólares en movimientos de acumulación. La clave es que esos veteranos que gestionan activos colosales por fin empiezan a mirar seriamente el asunto de la cadena de bloques.

Tienes que entenderlo: cuando una institución que maneja cientos de miles de millones, e incluso billones, asiente por primera vez, lo que trae no es solo dinero. Es la atención de los círculos del “dinero viejo” que cambia de foco. Ahora, incluso los bancos tradicionales empiezan a aflojar y permiten que entre el 1% y el 4% de los fondos se expongan a las criptomonedas. No subestimes ese porcentaje: si lo calculas, puede llevar a todo el sector cripto a una escala de 10 a 20 billones de dólares.

Y esto es solo el principio. A largo plazo, ese porcentaje de exposición seguirá ampliándose. BTC y ETH, como líderes, serán los beneficiarios más directos.