El mercado financiero global en diciembre está protagonizando un espectáculo digno de realismo mágico. La Reserva Federal y el Banco de Japón, estos dos pesos pesados, van a realizar "operaciones opuestas" en la misma ventana temporal: uno se prepara para recortar tipos y soltar liquidez, mientras el otro está agazapado para subir tipos y endurecer las condiciones. ¿Hace cuántos años que no veíamos una combinación de "EE. UU. relajando, Japón apretando"?

Empecemos por la Reserva Federal. El mercado ya da por hecho una bajada de tipos de 25 puntos básicos en diciembre, con una probabilidad cercana al 90%. Los datos de empleo no son muy buenos, y eso le da a la Fed motivos para recortar. En teoría, una bajada de tipos es positiva para activos de riesgo como BTC: cuando la liquidez es abundante, el dinero fluye hacia activos de mayor rentabilidad. La narrativa de Bitcoin como "oro digital" cobra aún más sentido en este contexto.

Pero, ¿por qué BTC está atascado en torno a los 90.000 dólares y no despega? Porque lo que preocupa no es la bajada de tipos en sí, sino que la Fed diga después: "solo esta vez, no esperéis más". Esa "bajada de tipos con mensaje agresivo" es lo que realmente inquieta. Es como si te dieran un caramelo, pero avisándote de que no habrá más. ¿Eso es buena o mala noticia?

En cuanto al Banco de Japón, el panorama es totalmente distinto. Las últimas señales muestran que la probabilidad de una subida de tipos en diciembre ha superado el 76%. Los datos de inflación subyacente han superado el objetivo, y la política de tipos negativos que llevaba décadas podría estar llegando a su fin. El yen ha subido con fuerza últimamente, la bolsa japonesa ha caído bastante y los rendimientos de la deuda pública han repuntado: todas ellas reacciones a la expectativa de una subida de tipos.

Si Japón finalmente sube tipos, todas esas "operaciones de carry trade" que dependen de pedir prestado yenes a bajo coste para invertir en activos de mayor rentabilidad podrían deshacerse a gran escala. No es poco dinero; si regresa a Japón, la estructura global de flujos de capital tendrá que reorganizarse.

¿Y para el mercado cripto? El choque de estas dos fuerzas puede beneficiar a BTC y ETH. Cuando el sistema monetario tradicional muestra una fisura tan grande, el dinero busca refugio en lugares aparentemente más estables. Las principales criptomonedas, por supuesto, y algunos proyectos con fuerte consenso temprano también podrían salir ganando. Por ejemplo, los "puppies" del concepto Musk, que últimamente están dando que hablar; aunque el riesgo es alto, sí que hay interés.

Eso sí, en este tipo de juegos macroeconómicos hay demasiadas incógnitas. No sabemos si la Fed va a soltar liquidez de verdad o solo de manera simbólica, ni si el Banco de Japón cambiará de idea en el último momento; hasta que no suceda, no lo sabremos.

¿Tú qué opinas? ¿Esto acabará con un tsunami de liquidez o con la piscina vacía?