La Reserva Federal volvió a recortar las tasas de interés en diciembre 10—25 puntos básicos, llevando la tasa de fondos federales al rango del 3.5%-3.75%. Este ya es el tercer recorte del año, con un total de 75 puntos básicos reducidos.

Pero esta vez no fue lo mismo.

En la votación se produjo la división interna más intensa en cinco años: tres miembros votaron en contra directamente. La vicepresidenta Michelle Bowman incluso se opuso en tres ocasiones consecutivas, y su mandato termina en enero del próximo año, lo que le da a esta maniobra un aire de "palabras de despedida". La última vez que se vio una división de este tamaño fue en septiembre de 2019.

Lo que resulta aún más interesante es ese gráfico de puntos.

La información que revela es muy clara: solo una bajada en 2026, otra en 2027, y luego se estabiliza en torno al 3%. ¿Qué significa esto? La apertura de las compuertas para relajar la política monetaria se está cerrando rápidamente, y el ciclo de flexibilización está llegando a su fin.

La postura oficial de la Reserva Federal es bastante difusa: la economía se expande a un "ritmo moderado", pero los datos de empleo realmente dejan que desear. La tasa de desempleo, antes de septiembre, comenzó a subir, y la velocidad de creación de nuevos puestos de trabajo también se desaceleró. Para mantener la liquidez del mercado, anunciaron el reactivamiento de compras de bonos del gobierno.

¿Y el mercado de criptomonedas?

A corto plazo, el recorte de 25 puntos básicos junto con la recompra de bonos seguramente seguirán inyectando liquidez en el mercado por un tiempo. Pero el camino a mediano y largo plazo ya está bastante claro: si se cumplen las previsiones del gráfico de puntos, en los próximos dos años solo quedarán espacio para dos recortes de tasas, y las tasas se fijarán gradualmente en torno al 3%. Esto probablemente no sea una buena noticia para los activos acostumbrados a un entorno de bajas tasas.

Las divisiones internas en el comité, quizás, sean la señal más interesante.