2025 resultó ser un año difícil para las iniciativas climáticas en general. Los retrocesos regulatorios, las tensiones geopolíticas y los cambios en las prioridades descarrilaron varios compromisos ambientales importantes. Pero mira más de cerca y notarás algo que vale la pena destacar: el capital de riesgo siguió fluyendo hacia la tecnología verde, las soluciones blockchain para el seguimiento de carbono ganaron tracción real, y algunas jurisdicciones intensificaron sus marcos de sostenibilidad. Los logros pueden parecer menores en comparación con las pérdidas, pero la innovación y una asignación inteligente de capital suelen marcar la diferencia cuando la política falla. Supongo que estamos viendo eso en tiempo real.