#合约诈骗与虚假网站 Al ver el caso ZEROBASE, siempre digo lo mismo: las trampas en el mundo de las cadenas de bloques siempre se repiten.
25.000 USDT robados en BSC, a simple vista parece que fue una imitación del front-end, pero en el fondo refleja una regla comprobada una y otra vez: la autorización del usuario es siempre el eslabón más débil. ¿Recuerdas aquella ola de estafas con contratos inteligentes en 2017? La técnica era casi idéntica, solo que en ese entonces el volumen de transacciones era menor y no tenía tanta atención. Ahora la tecnología ha avanzado, pero los trucos no han cambiado: páginas de phishing, contratos falsos, engañar para obtener autorizaciones, y luego el dinero desaparece como por arte de magia en fondos ilegales.
Lo más irónico es que todo esto tiene un patrón claro. El grupo de usuarios de ZEROBASE probablemente no sean novatos, pero cientos de direcciones aún cayeron en la trampa, con una pérdida máxima de 12.3 millones de dólares. ¿Qué significa esto? Que incluso las personas que han pasado por el mercado y saben cómo funciona, ante una urgencia de hacer transacciones, su conciencia de seguridad se resiente. La estafa de airdrops de EOS en su momento, los contratos de tokens falsos en Uniswap, en esencia siguen esta lógica: crear una sensación de realidad, aumentar la urgencia y luego cosechar.
He visto demasiados proyectos que, después del daño, lanzan "mecanismos de detección de autorizaciones", haciendo un llamado sincero a los usuarios para que revoken.cash retire permisos riesgosos. Pero los que realmente hacen algo, siempre son una minoría. La mayoría de los usuarios, cuando llega la próxima ola de nuevos proyectos, simplemente olvidan estas lecciones.
No estoy diciendo que la responsabilidad sea solo de ZEROBASE, sino que estamos ante una problemática cíclica más profunda: cuanto más próspero es el mercado, más sofisticados son los métodos de estafa; cuanto más codiciosos son los usuarios, mayor es la proporción de víctimas. He visto el Mt.Gox de 2013, la burbuja de ICO en 2017, y ahora la ola de contratos fraudulentos en DeFi. Han pasado diez años, los hardware han mejorado, pero la creatividad de los estafadores no ha evolucionado mucho.
Lo único que se puede hacer, probablemente, es aprender de estos casos cada vez que ocurren, tomándolos como una especie de matrícula. La pérdida de 25 millones de dólares es dolorosa, pero para todo el ecosistema, esta exposición transparente en realidad es la mejor vacuna.
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#合约诈骗与虚假网站 Al ver el caso ZEROBASE, siempre digo lo mismo: las trampas en el mundo de las cadenas de bloques siempre se repiten.
25.000 USDT robados en BSC, a simple vista parece que fue una imitación del front-end, pero en el fondo refleja una regla comprobada una y otra vez: la autorización del usuario es siempre el eslabón más débil. ¿Recuerdas aquella ola de estafas con contratos inteligentes en 2017? La técnica era casi idéntica, solo que en ese entonces el volumen de transacciones era menor y no tenía tanta atención. Ahora la tecnología ha avanzado, pero los trucos no han cambiado: páginas de phishing, contratos falsos, engañar para obtener autorizaciones, y luego el dinero desaparece como por arte de magia en fondos ilegales.
Lo más irónico es que todo esto tiene un patrón claro. El grupo de usuarios de ZEROBASE probablemente no sean novatos, pero cientos de direcciones aún cayeron en la trampa, con una pérdida máxima de 12.3 millones de dólares. ¿Qué significa esto? Que incluso las personas que han pasado por el mercado y saben cómo funciona, ante una urgencia de hacer transacciones, su conciencia de seguridad se resiente. La estafa de airdrops de EOS en su momento, los contratos de tokens falsos en Uniswap, en esencia siguen esta lógica: crear una sensación de realidad, aumentar la urgencia y luego cosechar.
He visto demasiados proyectos que, después del daño, lanzan "mecanismos de detección de autorizaciones", haciendo un llamado sincero a los usuarios para que revoken.cash retire permisos riesgosos. Pero los que realmente hacen algo, siempre son una minoría. La mayoría de los usuarios, cuando llega la próxima ola de nuevos proyectos, simplemente olvidan estas lecciones.
No estoy diciendo que la responsabilidad sea solo de ZEROBASE, sino que estamos ante una problemática cíclica más profunda: cuanto más próspero es el mercado, más sofisticados son los métodos de estafa; cuanto más codiciosos son los usuarios, mayor es la proporción de víctimas. He visto el Mt.Gox de 2013, la burbuja de ICO en 2017, y ahora la ola de contratos fraudulentos en DeFi. Han pasado diez años, los hardware han mejorado, pero la creatividad de los estafadores no ha evolucionado mucho.
Lo único que se puede hacer, probablemente, es aprender de estos casos cada vez que ocurren, tomándolos como una especie de matrícula. La pérdida de 25 millones de dólares es dolorosa, pero para todo el ecosistema, esta exposición transparente en realidad es la mejor vacuna.