La nueva administración de EE. UU. se ha mostrado cada vez más frustrada con el enfoque de Europa hacia la gobernanza en línea y la regulación digital. La fricción principal se centra en filosofías fundamentalmente diferentes: mientras Washington favorece una supervisión más ligera que fomente la innovación y la competitividad del mercado, Bruselas ha implementado marcos regulatorios integrales como la Ley de Servicios Digitales que imponen requisitos estrictos de cumplimiento a las plataformas tecnológicas.
Esta tensión refleja preocupaciones estratégicas más profundas. Desde la perspectiva de la administración Trump, el régimen regulatorio de Europa crea costos de cumplimiento que benefician a los actores establecidos y sofocan la innovación de las startups, socavando en última instancia la posición competitiva de las empresas tecnológicas estadounidenses a nivel global. Las reglas también representan lo que los funcionarios ven como un exceso regulatorio que, por extraterritorialidad, afecta a las empresas estadounidenses que operan en los mercados europeos.
El desacuerdo no es solo una fricción burocrática. Toca cómo diferentes regiones imaginan la gobernanza digital en el futuro. EE. UU. impulsa estándares liderados por la industria y soluciones basadas en el mercado, mientras que el modelo europeo prioriza la protección del consumidor y la supervisión del mercado. A medida que los mercados digitales se vuelven cada vez más centrales en el poder económico, estas filosofías regulatorias seguirán moldeando la dinámica comercial y los flujos de inversión entre los continentes.
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SignatureVerifier
· hace17h
La verdad, todo el marco de "innovación vs protección" es solo una cortina retórica... desde un punto de vista técnico, ambos lados están haciendo exactamente lo que más beneficia a sus jugadores establecidos. Las regulaciones de la UE consolidan sus corporaciones tradicionales, EE. UU. quiere cero fricciones para el dominio de Silicon Valley. Ninguno de los dos trata realmente de lo que es "mejor" lol
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WalletManager
· hace17h
Estados Unidos quieren innovar libremente, Europa impone regulaciones en capas, esta partida se ve bastante interesante. Cuando los costos de cumplimiento son altos, las startups simplemente desaparecen, y al final las grandes empresas son las que más prosperan. En la cadena también es igual, solo los proyectos con carteras multi-firma y buena gestión del riesgo pueden durar mucho tiempo.
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TokenRationEater
· hace17h
Europa y Estados Unidos están en conflicto, y Estados Unidos todavía está defendiendo a las startups, qué risa
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BearMarketBro
· hace17h
La disputa regulatoria en Europa y Estados Unidos, en realidad, sigue siendo una cuestión de quién tiene la palabra predominante...
La nueva administración de EE. UU. se ha mostrado cada vez más frustrada con el enfoque de Europa hacia la gobernanza en línea y la regulación digital. La fricción principal se centra en filosofías fundamentalmente diferentes: mientras Washington favorece una supervisión más ligera que fomente la innovación y la competitividad del mercado, Bruselas ha implementado marcos regulatorios integrales como la Ley de Servicios Digitales que imponen requisitos estrictos de cumplimiento a las plataformas tecnológicas.
Esta tensión refleja preocupaciones estratégicas más profundas. Desde la perspectiva de la administración Trump, el régimen regulatorio de Europa crea costos de cumplimiento que benefician a los actores establecidos y sofocan la innovación de las startups, socavando en última instancia la posición competitiva de las empresas tecnológicas estadounidenses a nivel global. Las reglas también representan lo que los funcionarios ven como un exceso regulatorio que, por extraterritorialidad, afecta a las empresas estadounidenses que operan en los mercados europeos.
El desacuerdo no es solo una fricción burocrática. Toca cómo diferentes regiones imaginan la gobernanza digital en el futuro. EE. UU. impulsa estándares liderados por la industria y soluciones basadas en el mercado, mientras que el modelo europeo prioriza la protección del consumidor y la supervisión del mercado. A medida que los mercados digitales se vuelven cada vez más centrales en el poder económico, estas filosofías regulatorias seguirán moldeando la dinámica comercial y los flujos de inversión entre los continentes.