El sector de la privacidad se ha vuelto a poner de moda recientemente. En el mercado, había una opinión que pensaba que la historia de ZEC ya había llegado a su fin, pero una gran apuesta de una ballena ha cambiado completamente el tema.

Volviendo a principios de diciembre. Una misteriosa ballena hizo una jugada en HyperLiquid: depositó 4,49 millones de dólares en USDC y abrió una posición larga con 10 veces apalancamiento en ZEC. Eso por sí solo ya es bastante loco. Lo más sorprendente fue lo que ocurrió después: cuando el precio de ZEC superó los 750 dólares, el mayor poseedor de posiciones cortas en la plataforma no solo no fue liquidado, sino que en 24 horas añadió 36,81 millones de dólares en margen, elevando el precio de liquidación a 1312 dólares. Esto ya no es solo una lucha de precios, sino una verdadera guerra de dinero en efectivo.

¿Pero por qué ZEC de repente tiene tanto atractivo? La clave está en su diseño técnico. Hace tiempo, el Departamento de Justicia de EE. UU. confiscó bitcoins por valor de 15 mil millones de dólares, lo que hizo que el mercado reconsiderara un problema: aunque Bitcoin se promociona como anónimo, en realidad ante las autoridades es transparente. Las cuentas y las rutas de las transacciones son completamente trazables.

Y la inteligencia de ZEC radica en esto: no adoptó el modo de privacidad total de Monero, sino que optó por una ruta de "privacidad opcional". ¿Qué significa esto? Los exchanges que cumplen con las regulaciones pueden desactivar la función de privacidad por defecto, permitiendo a los usuarios operar con direcciones públicas. De esta forma, se cumple con las regulaciones y, a diferencia de Monero, no es eliminado directamente por varias plataformas principales. La imaginación en torno a la privacidad todavía existe, pero las cadenas de cumplimiento también se han aflojado. Es un equilibrio muy delicado.