La tecnología de conducción autónoma está transformando silenciosamente la movilidad de las personas mayores. Tomemos el caso de una pareja en sus finales de los 60 y principios de los 70: están recuperando su independencia en la carretera gracias a las capacidades avanzadas de conducción autónoma. Para muchos adultos mayores que enfrentan limitaciones físicas o tienen preocupaciones sobre la seguridad al conducir, esto representa algo profundo: no solo transporte, sino libertad y dignidad restauradas. Cuando los seniors pierden la capacidad o la confianza para conducir, a menudo significa perder autonomía. Pero la tecnología de conducción de próxima generación está cambiando esa ecuación por completo. Estos ya no son casos extremos. Los abuelos en todo el mundo están comenzando a experimentar lo que los sistemas de vehículos inteligentes y sin manos pueden hacer, convirtiendo los desplazamientos y viajes por carretera en algo accesible nuevamente. La confianza en la tecnología va en ambas direcciones aquí. A medida que las familias confían en los sistemas autónomos, estamos siendo testigos de cómo la innovación puede extender los años activos de quienes pensaban que la movilidad se escapaba. Es uno de esos avances que se sienten de manera diferente cuando lo ves en la vida real.