Muchos traders se lanzan de cabeza al estudio de las formaciones de velas y los indicadores técnicos, pero en medio de las fluctuaciones del mercado, frecuentemente terminan tropezando. ¿Dónde está el problema? En pocas palabras, es porque no se ha comprendido la lógica subyacente del trading.

Toda fluctuación de precios, en esencia, es la suma de las decisiones de todos los participantes del mercado. El desequilibrio entre oferta y demanda, las divergencias y consensos entre traders, la inercia en las decisiones de capital — estos son los verdaderos motores que impulsan el funcionamiento del mercado. Los indicadores técnicos son solo reflejos superficiales del fenómeno; si se desconectan de la lógica esencial, es como intentar atrapar agua sin fuente, por mucho que te esfuerces, será en vano. Solo al entender estas leyes fundamentales, podrás escapar del ciclo vicioso de comprar en máximos y vender en mínimos, y construir un sistema de trading que realmente pueda generar ganancias sostenidas.

**La verdad del mercado: la naturaleza humana y el capital en el juego**

¿En qué consiste el mercado? Es la colisión constante de decisiones humanas de innumerables participantes (instituciones, minoristas, fondos de inversión…). Cada operación oculta en sí el juicio del inversor sobre la tendencia futura. La avaricia y el miedo se entrelazan, la diferencia de información y la percepción chocan; todo esto, mezclado, forma la trayectoria de las fluctuaciones de precios.

Por lo tanto, la lógica subyacente del trading se reduce a dos elementos: primero, el conjunto de decisiones de los participantes; segundo, la lucha entre oferta y demanda de capital.

El comportamiento en el trading siempre gira en torno a la “expectativa”: comprar es apostar a que el precio subirá, vender es apostar a que bajará. Precisamente porque las expectativas de todos no son iguales, surgen divergencias. Y la condición para que ocurra una transacción es precisamente la existencia de esas divergencias. Imagínate que en el mercado todos pensaran igual, ya sea todos compradores o todos vendedores, solo podrían quedar mirando sin poder hacer nada, sin que ninguna operación se concrete.

¿De qué depende finalmente el precio? De la oferta y demanda potenciales de capital. A simple vista, cada operación muestra cantidades iguales de órdenes de compra y venta, pero lo que realmente importa es cuántos fondos están dispuestos a comprar a ese precio y cuántos a vender — esa diferencia de fuerzas es la clave que determina la dirección del precio.