Normalmente, cada dos o tres días, reviso las mensajes privados que me envían. La mayoría de los mensajes son para que compre cierta criptomoneda, hermanos, sois muy buenos conmigo, siempre pensáis en mí cuando hay oportunidades de ganar dinero. Sin embargo, cuando me llaman para que entre en esas monedas, generalmente ya están en su punto más alto, e incluso algunas, cuando las veo, ya han llegado a cero.
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Normalmente, cada dos o tres días, reviso las mensajes privados que me envían. La mayoría de los mensajes son para que compre cierta criptomoneda, hermanos, sois muy buenos conmigo, siempre pensáis en mí cuando hay oportunidades de ganar dinero. Sin embargo, cuando me llaman para que entre en esas monedas, generalmente ya están en su punto más alto, e incluso algunas, cuando las veo, ya han llegado a cero.