He visto un punto de vista interesante y no puedo evitar querer compartirlo con todos.

Las cosas ahora son realmente absurdas sin límites. Hablando del sistema financiero y la evolución humana, muchas personas quizás no conozcan un experimento clásico de psicología. Los investigadores una vez introdujeron el concepto de moneda a un grupo de monos—permitiéndoles intercambiar comida por monedas con humanos. ¿El resultado? Esta grupo de monos evolucionó lentamente un conjunto de comportamientos complejos: engañar, conspirar, sistemas de intercambio. Aprendieron cómo usar monedas para hacer transacciones dentro de su grupo, e incluso surgieron divisiones similares a niveles económicos.

Pero aquí hay una ironía—las monedas no hicieron a estos monos más inteligentes. Al contrario, se volvieron más codiciosos.

Piensa en ello, desde las monedas hasta el sistema financiero moderno, y la aparición del ecosistema de criptomonedas (como BTC, ETH y otros activos digitales), ¿no está repitiéndose la misma lógica? Las herramientas financieras en sí no son neutrales. Amplifican las cosas más primitivas de la naturaleza humana—la búsqueda, la competencia y el deseo de más.

No estoy diciendo que las finanzas en sí sean malas. Pero sí que las herramientas cambian la forma en que las personas actúan, aunque no necesariamente cambian su esencia. A veces, en cambio, refuerzan esos impulsos más primitivos. Esta regla, desde los grupos de monos hasta la sociedad moderna, parece no haber cambiado nunca.