En alguna plataforma social oficial, se ha observado un fenómeno interesante: un personaje de una marca sostiene un papel con un símbolo de token impreso. Algunas personas dedujeron que se trataba de un token emitido oficialmente, pero esta suposición puede ser muy engañosa.

En realidad, cualquiera puede crear un token en la cadena de bloques, solo necesita una dirección de contrato para generarlo. Por ejemplo, este token (dirección del contrato: 0xa37b5a916d193be1e6439110920c02c9c9964444), aunque su nombre pueda parecer muy oficial, no necesariamente significa que provenga de una entidad oficial.

¿Cómo determinar si un token es real o falso? La clave está en tres puntos: primero, si la entidad oficial ha publicado anuncios en canales formales (sitio web oficial, cuentas oficiales en redes sociales); segundo, si la información del emisor del token es transparente; tercero, si el código del contrato ha sido auditado. Confiar solo en una imagen o en información de canales informales para afirmar "esto es un token oficial" puede ser fácilmente aprovechado por estafadores para realizar fraudes.

Por eso, al ver un nuevo token, no te apresures a invertir. Investiga más, pregunta más, esa es la forma más práctica de proteger tu cartera.