El Banco Central de Japón anunció oficialmente hoy el inicio de un ciclo de aumento de tasas, poniendo fin a la era de cero interés más larga del mundo que duró 37 años. Esta decisión del gobernador del banco, Ueda Kazuo, marca un punto de inflexión importante en el panorama financiero global.

Es importante destacar que el Banco de Japón adoptó una doble medida aparentemente contradictoria: por un lado, promoviendo el aumento de tasas para reducir la liquidez, y por otro, liberando una enorme cantidad de fondos por valor de 122 billones de yenes. Esta operación aparentemente de cobertura ha sumido a los participantes del mercado en una confusión a corto plazo: ¿se trata de una política de ajuste o de relajación?

Este cambio de política ya ha provocado una reacción en cadena en los mercados globales. El yen se ha apreciado rápidamente frente al dólar, lo que ha llevado a muchos operadores de arbitraje a enfrentarse a liquidaciones forzosas. La fuente de financiamiento de arbitraje en yenes, considerada durante mucho tiempo como la más barata del mundo, ha llegado a su fin, y el capital internacional ha comenzado a realizar ajustes masivos en sus asignaciones de activos. La reducción en la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón ha intensificado aún más la presión sobre el sistema monetario de Asia.

Para el mercado de criptomonedas, este cambio de política es especialmente importante. Como el yen es una fuente clave para el financiamiento de arbitraje, los cambios en su liquidez siempre han tenido un impacto profundo en la volatilidad del mercado. Las principales criptomonedas como BTC y ETH enfrentan una mayor volatilidad en sus precios. Esto no solo es un ajuste técnico, sino que también representa un cambio fundamental en las reglas de suministro de liquidez global. La era del "arbitraje sin costo" ha quedado en el pasado.