Este año, el mercado de metales preciosos ha estado en auge. El oro spot ha subido más del 70% en el año, alcanzando en un momento los 4549.96 dólares por onza, un máximo histórico, y ha establecido más de 50 nuevos máximos anuales. Lo más impresionante es la plata, que ha subido directamente más del 170%, acercándose a los 83 dólares por onza, siendo la mejor actuación en más de una década. El platino no se queda atrás, con un aumento superior al 150% en el año, alcanzando los 2478 dólares por onza. El paladio, aunque más estable, también ha logrado un crecimiento del 100%, con un máximo anual de 1983 dólares por onza.

¿Podrá esta tendencia continuar en 2026? Los grandes de Wall Street en general son optimistas. Morgan Stanley cree que el entusiasmo de los inversores minoristas y el aumento de la capacidad de compra de los bancos centrales respaldarán el precio del oro, con un objetivo de 4800 dólares en el cuarto trimestre. Goldman Sachs es aún más agresivo, afirmando que el oro será la mejor inversión en materias primas el próximo año, con un precio objetivo de 4900 dólares en el cuarto trimestre. Saxo Bank, por su parte, posiciona al oro como un activo de refugio en un mundo fragmentado, con un precio objetivo de 5000 dólares para fin de año.

Citi y Bank of America tienen una lógica ligeramente diferente: Citi teme que la mejora en las expectativas de crecimiento económico de EE. UU. pueda debilitar el impulso alcista del oro, pero aún así mantiene un objetivo de 5000 dólares. Bank of America ha hecho un cálculo: siempre que la demanda de inversión aumente un 14% (el promedio de los últimos varios trimestres), el precio del oro podrá alcanzar los 5000 dólares en 2026. J.P. Morgan, desde la perspectiva de la demanda, considera que la demanda actual de oro es suficiente para impulsar el precio por encima de los 5000 dólares, y si además aumentan las posiciones en el extranjero, el potencial es aún mayor.