En el verano de 2017, un inversor llamado Norte coincidió en Shanghai con el fundador de un importante exchange, quien en ese momento estaba preparando un nuevo proyecto. Norte no revisó muchos documentos y, guiado por su intuición, invirtió 2 millones de RMB a cambio de 2 millones de tokens BNB.

En agosto del mismo año, el mercado cambió drásticamente. Las políticas regulatorias se endurecieron y los proyectos ICO se convirtieron en palabras sensibles. Al escuchar los rumores, Norte no pensó mucho y vendió toda su BNB. Las ganancias en la cuenta le aseguraron un buen cierre: ganancias de ocho cifras, lo cual ya le parecía muy satisfactorio en ese momento.

Pero esa decisión se convirtió en la mayor pena ocho años después. Si todavía tuviera esos 2 millones de BNB, según el precio actual del mercado, valdrían aproximadamente 1,7 mil millones de dólares. De unas ganancias de millones, a un potencial de decenas de miles de millones, esta comparación invita a reflexionar sobre la elección del momento en las inversiones.

Quizá esa sea la magia del mundo de las criptomonedas: la lucha entre ganancias a corto plazo y a largo plazo, que a menudo pone a prueba no solo la visión, sino también la mentalidad.