Hay una frase que dice bien: la riqueza repentina suele ser la antesala de una bancarrota rápida. Esto no es alarmismo. La historia de innumerables ganadores de grandes premios en la lotería nos advierte: obtener una gran cantidad de dinero de repente, sin la actitud y planificación correctas, generalmente termina en un gasto rápido y, en algunos casos, en caer en problemas aún mayores.
Pero también hay excepciones. En 1999, un joven de solo 21 años que trabajaba en una gasolinera ganó 2800 millones de dólares, pero abordó esta herencia inesperada de una manera completamente diferente. Se llamaba Timothy Schultz.
La diferencia clave fue: no se dejó llevar por la euforia de la riqueza repentina. Al contrario, antes de reclamar el premio, buscó activamente un asesor financiero, planificó cuidadosamente su presupuesto de vida, la proporción de donaciones y la asignación de inversiones. Esta actitud de previsión contrasta claramente con la mayoría de los ganadores que caen en el consumo impulsivo.
Después de recibir el dinero, Schultz siguió su plan. No gastó en autos de lujo ni mansiones, sino que realizó una asignación racional de sus activos y también ayudó a quienes lo necesitaban. Lo más interesante es que convirtió esta experiencia en contenido creativo: creó un canal de YouTube y un podcast, compartiendo el mecanismo de la lotería, consejos de planificación financiera después de ganar, e incluso entrevistando a otros ganadores para que cuenten sus historias, que son completamente diferentes.
¿De qué nos habla este caso? La riqueza en sí misma es neutral; lo que determina el rumbo de la vida siempre es nuestra actitud hacia ella. Ya sea una riqueza repentina o ganancias acumuladas gradualmente, quienes realmente logran mantener su patrimonio y hacerlo trabajar para ellos, suelen tener una característica en común: desde el primer momento en que reciben la riqueza, eligen la racionalidad y la planificación, no la impulsividad ni los deseos.
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ETHmaxi_NoFilter
· hace3h
Este tipo realmente ha aguantado, no como esos idiotas que compran tres villas en una semana tras ganar la lotería. En realidad, sigue siendo un problema de mentalidad; la mayoría de las personas simplemente no pueden soportar ganancias repentinas y altas.
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CantAffordPancake
· hace9h
A decir verdad, esta teoría es igual en crypto. ¿Cuántas personas se hicieron ricas con un airdrop y luego en un mes lo perdieron todo... La clave sigue siendo esa frase: planificación racional vs FOMO impulsivo, siempre será la línea divisoria.
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ChainDetective
· hace9h
Este tipo realmente lo pensó, buscar un asesor para planificar antes de ganar, esa actitud es increíble
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rekt_but_vibing
· hace10h
Este tipo realmente ha entendido, la mayoría de las personas cuando reciben dinero su primera reacción es comprar, comprar, comprar, él en cambio busca un asesor🤔
Espera, ¿esta teoría también se puede aplicar en crypto? ¿Qué pasa con la cabeza de nuestra gente en el mundo de las criptomonedas cuando hacen pump...
planificar primero, moon después, esta lógica es genial
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BlockchainGriller
· hace10h
Este tipo realmente ha tenido una revelación, a diferencia de otros ganadores que en un mes pierden su coche de lujo y su villa.
Hay una frase que dice bien: la riqueza repentina suele ser la antesala de una bancarrota rápida. Esto no es alarmismo. La historia de innumerables ganadores de grandes premios en la lotería nos advierte: obtener una gran cantidad de dinero de repente, sin la actitud y planificación correctas, generalmente termina en un gasto rápido y, en algunos casos, en caer en problemas aún mayores.
Pero también hay excepciones. En 1999, un joven de solo 21 años que trabajaba en una gasolinera ganó 2800 millones de dólares, pero abordó esta herencia inesperada de una manera completamente diferente. Se llamaba Timothy Schultz.
La diferencia clave fue: no se dejó llevar por la euforia de la riqueza repentina. Al contrario, antes de reclamar el premio, buscó activamente un asesor financiero, planificó cuidadosamente su presupuesto de vida, la proporción de donaciones y la asignación de inversiones. Esta actitud de previsión contrasta claramente con la mayoría de los ganadores que caen en el consumo impulsivo.
Después de recibir el dinero, Schultz siguió su plan. No gastó en autos de lujo ni mansiones, sino que realizó una asignación racional de sus activos y también ayudó a quienes lo necesitaban. Lo más interesante es que convirtió esta experiencia en contenido creativo: creó un canal de YouTube y un podcast, compartiendo el mecanismo de la lotería, consejos de planificación financiera después de ganar, e incluso entrevistando a otros ganadores para que cuenten sus historias, que son completamente diferentes.
¿De qué nos habla este caso? La riqueza en sí misma es neutral; lo que determina el rumbo de la vida siempre es nuestra actitud hacia ella. Ya sea una riqueza repentina o ganancias acumuladas gradualmente, quienes realmente logran mantener su patrimonio y hacerlo trabajar para ellos, suelen tener una característica en común: desde el primer momento en que reciben la riqueza, eligen la racionalidad y la planificación, no la impulsividad ni los deseos.