Recientemente vi un análisis de mercado muy interesante. El analista de Standard Chartered Bank, Geoffrey Kendrick, publicó un informe a finales de año en el que hace una audaz predicción para los próximos dos años: un objetivo de 225,000 dólares para Bitcoin y 10.40 dólares para XRP. ¿Cuál es la lógica detrás de estas cifras? Primero, las políticas favorables, la actitud amistosa del gobierno de Trump hacia los activos criptográficos; segundo, la continua atracción de fondos por parte de los ETF de contado, acelerando la entrada de instituciones; tercero, el avance del Ripple USD stablecoin, junto con la expectativa de que 1,000 millones de dólares en fondos ETF ingresen al mercado. Desde la perspectiva del potencial de ganancias, Bitcoin aún tiene un potencial de subida del 155%, y XRP es aún más exagerado, ¡hasta un 455%! ¿Suena un poco radical? Pero si entiendes las características cíclicas del mercado de criptomonedas y la amplitud de las fluctuaciones históricas, en un marco de dos años, tales objetivos de precio no son completamente imposibles de imaginar. La clave sigue siendo la implementación de políticas, el flujo de fondos y los avances reales en la adopción por parte de las instituciones.