La brecha entre el sistema financiero tradicional y el ecosistema financiero descentralizado se está reduciendo gradualmente. Esto no solo es un problema técnico, sino también una cuestión clave sobre si los capitales institucionales de billones de dólares podrán ingresar sin problemas en el mundo en cadena.

El desafío principal en este momento es: ¿cómo construir un canal de entrada en la cadena que sea compatible con las regulaciones y eficiente para los inversores institucionales? Las instituciones financieras tradicionales no reducirán sus requisitos de gestión de riesgos, auditoría y regulación solo por el uso de blockchain. Por otro lado, solo resolviendo verdaderamente estos problemas, DeFi podrá pasar de ser una innovación minoritaria a una adopción masiva.

Esto implica múltiples etapas, como la liquidación de transacciones, la custodia de activos y la conexión con reguladores. Cada etapa debe respetar las características de descentralización en la cadena y al mismo tiempo cumplir con los estrictos estándares de las finanzas tradicionales. En pocas palabras, se trata de construir un puente que sea tanto sólido como flexible entre estos dos mundos.