En tiempos de bajón, moverse sin sentido solo cavará un pozo para uno mismo

Recientemente, muchas personas se han quejado conmigo, diciendo que están en un bajón en la vida, en las inversiones, y sienten que están atrapadas y no pueden salir. Cada vez que doy un consejo, suele ser el mismo: no te apresures a actuar.

Cuanto más ansioso, más fácil es caer en trampas. Cuando una persona está en el fondo, las operaciones intensas suelen ser impulsadas por un deseo de escapar, pero en realidad generan más problemas. En lugar de eso, es mejor detenerse primero.

¿Detenerse para qué? Para observar. Observar cuidadosamente.

Observar el ritmo del mercado, observar tus propios patrones de decisión, observar en qué errores has caído antes. No todos los bajones requieren que actúes para escapar; a veces, la forma más efectiva de salvarte es dejarte suficiente espacio para respirar, permitiendo que tu cerebro se calme. Pensar con claridad suele valer más que correr ciegamente.