La semana pasada mencioné que, después de la liquidación de las opciones, la liquidez se liberaría y el mercado podría enfrentarse a una elección de dirección. La expectativa de apertura del lunes está en camino de cumplirse.

Desde el entorno macroeconómico, el sentimiento en las acciones estadounidenses todavía es bastante estable, con una volatilidad de solo 0.1% en los futuros del índice en la apertura matutina, y las noticias recientes han sido relativamente tranquilas. Esta semana, se debe prestar especial atención a si Trump nominará a un nuevo presidente de la Reserva Federal, además de que se espera que la tasa de desempleo de diciembre se mantenga en un bajo 1.9%.

Los datos en cadena son bastante interesantes. La posición en los intercambios muestra que la compra en alza todavía se acumula lentamente. En el indicador URPD, la primera pila de fichas alcanza las 87,000, y la segunda las 84,500; esta acumulación concentrada en un solo nivel de precio suele ser una señal de que el mercado está preparando una ruptura en esa dirección. Combinando la influencia de la presión de las opciones y el sentimiento del mercado de acciones, aunque a corto plazo hay cierto soporte emocional, en realidad la fuerza no es suficiente.

La evaluación general es cautelosa pero optimista, aunque en esta etapa no es recomendable comprar en máximos. La resistencia se encuentra en el rango de 90 a 92; si no se supera de inmediato, no hay que dejarse llevar por el FOMO a corto plazo.