Al realizar operaciones de contratos en un exchange, en esencia estás caminando por la cuerda entre beneficios y riesgos. Por un lado, las ganancias atractivas que ofrece el apalancamiento ampliado; por otro, la posibilidad de liquidación instantánea en momentos de fuertes fluctuaciones del mercado.

Una buena plataforma de trading construye múltiples capas de protección para los participantes: una configuración flexible de apalancamiento que te permite elegir según tu tolerancia al riesgo, un colchón de margen de seguridad que actúa como amortiguador en condiciones extremas del mercado, y reglas claras de liquidación que te informan de antemano dónde están los límites del riesgo. La existencia de estos mecanismos garantiza que, incluso en momentos de alta volatilidad, el sistema de trading pueda mantenerse estable y no agravar las pérdidas por fallos técnicos.

En definitiva, si las operaciones de contratos pueden mantenerse a largo plazo depende de la estabilidad de la plataforma y del respeto que tengas por el riesgo. La primera requiere soporte técnico, y la segunda, juicio racional por parte de cada trader.