Berkshire Hathaway siempre ha sido una historia de la visión de un hombre. Extenso pero íntimo, el imperio prácticamente refleja al propio Warren Buffett: metódico, paciente, contracorriente. Pero aquí está la verdadera pregunta: ¿qué sucede cuando ese centro gravitacional se desplaza?

La estructura descentralizada del conglomerado oculta una dependencia fundamental. Ya sea en el personal, la filosofía de inversión o la velocidad de toma de decisiones, el ADN de la institución está entrelazado con un solo individuo. ¿Les suena familiar a quienes siguen proyectos cripto liderados por fundadores?

La transición no será perfecta. Los mercados pondrán a prueba al nuevo liderazgo. La tolerancia al riesgo puede cambiar. Los inversores institucionales ya están preguntando: ¿puede la máquina funcionar sin su arquitecto? Es un dilema de plano que enfrentan todos los negocios heredados—y, en realidad, todos los protocolos—eventualmente.