El subir de los depósitos tokenizados ha desencadenado entusiasmo en el sector bancario, pero detrás del despliegue rápido se encuentra un problema fundamental: no existen estándares compartidos que regulen cómo deben comunicarse los bancos, las billeteras y las aplicaciones. Sin estos estándares, los depósitos tokenizados corren el riesgo de convertirse en un mosaico de sistemas incompatibles.
La banca tradicional ya tiene problemas con la interoperabilidad, pero al menos opera dentro de marcos maduros: banca corresponsal, redes de compensación, rieles de liquidación. Los depósitos tokenizados podrían recrear esas mismas ineficiencias en forma digital. Un pound tokenizado emitido por Lloyd's y un token de depósito emitido por JPMorgan pueden representar la misma moneda, sin embargo, comportarse como activos completamente diferentes.
El problema va mucho más allá de la integración técnica. Cada banco debe implementar verificación de identidad, control de sanciones, controles de cumplimiento y permisos, pero si cada uno construye su propio sistema aislado, la liquidez se vuelve aislada. El resultado es lo contrario de lo que promete la blockchain: en lugar de una transferencia de valor sin fricciones, la industria crea jardines amurallados.
Dos brechas llamativas se destacan en toda la industria.
Los bancos y las billeteras carecen de un protocolo compartido para transmitir información de pago, datos de cumplimiento o pruebas de identidad. Cuando los clientes intentan mover valor entre plataformas de depósito tokenizadas, no hay una forma estandarizada para que los sistemas intercambien la información necesaria para completar la transferencia.
La segunda brecha concierne a los controles administrativos. Los bancos necesitan mecanismos para congelar transacciones, responder a sanciones o abordar el fraude. Pero, debido a que cada institución diseña estos mecanismos de manera diferente, la interoperabilidad se vuelve casi imposible. Las empresas que utilizan múltiples bancos deben navegar por controles inconsistentes, lo que crea un riesgo de cumplimiento significativo.
La identidad digital agrava el problema. Ya existen soluciones de identidad técnica, pero la industria no puede ponerse de acuerdo sobre lo básico:
¿Quién proporciona la raíz de confianza?
¿Dónde deberían residir los registros de identidad?
¿Cómo pueden fluir las atestaciones a través de los ecosistemas?
Sin respuestas comunes, cada banco construye ( otro) ecosistema cerrado.
Lecciones de la historia de pagos
Cada innovación importante en pagos—tarjetas de crédito, ACH, pagos más rápidos—solo se escaló después de introducir una infraestructura de compensación compartida. El mercado pasó de una red de conexiones bilaterales complejas a redes estandarizadas de muchos a muchos.
Matemáticamente, este cambio redujo la complejidad de conexiones A×B a A+B. Esa simplificación desbloqueó la escala global.
El panorama actual de los depósitos tokenizados corre el riesgo de ignorar esa historia. Los bancos se centran en construir sus propios sistemas propietarios, asumiendo implícitamente que pueden crear redes de aceptación global de manera independiente, algo que ninguna institución ha logrado jamás en los pagos.
El Desafío de la Blockchain Pública
Las blockchains públicas añaden aún más complejidad. Los depósitos tokenizados deben coexistir junto a las stablecoins y los activos digitales, sin embargo, los bancos requieren controles de cumplimiento estrictos que no se ajustan naturalmente a la arquitectura de blockchain abierta.
Algunos bancos implementan permisos a nivel de protocolo, creando entornos privados o semi-privados. Otros incorporan controles directamente en el propio token. Estos enfoques son mutuamente incompatibles: un token diseñado para un entorno a menudo no puede operar en el otro.
Escalar estos sistemas introduce restricciones de rendimiento. Las listas blancas que funcionan en redes pequeñas se vuelven costosas y lentas cuando hay millones de usuarios involucrados. Las tarifas de gas, las limitaciones de almacenamiento y los límites de rendimiento restringen aún más cómo se pueden implementar los controles de identidad y cumplimiento.
Un camino hacia la interoperabilidad
Para escalar, la industria debe definir un pequeño conjunto de estándares compartidos y específicos, centrándose en las áreas donde la fragmentación causa más problemas.
La necesidad más urgente es un protocolo de comunicación banco-billetera. Los bancos deben poder intercambiar instrucciones de pago, certificaciones de cumplimiento y pruebas de identidad en un formato estandarizado. Solo entonces los depósitos tokenizados de diferentes instituciones pueden coexistir dentro de la misma billetera o aplicación.
Los controles administrativos también requieren una estandarización básica. El objetivo no es obligar a cada banco a implementar controles de manera idéntica, sino asegurar que los sistemas puedan reconocer y honrar las acciones de los demás. Un token de Lloyd's debería interactuar sin problemas con un contrato inteligente de JPMorgan, incluso si cada institución maneja los permisos de manera diferente.
La estructura del mercado importa tanto como la tecnología
Los estándares técnicos por sí solos no resolverán el problema de la fragmentación. La industria también debe determinar si los depósitos tokenizados dependerán de relaciones bilaterales o de una infraestructura de compensación compartida.
Sin intermediarios neutrales, los usuarios corporativos estarán atrapados gestionando múltiples billeteras, permisos y flujos de trabajo a través de sus diversos socios bancarios. En lugar de simplificar las operaciones financieras, los depósitos tokenizados agregarían capas de carga operativa.
La promesa de la blockchain es simplificar la transferencia de valor—no multiplicar la complejidad.
El Cruce
Los depósitos tokenizados tienen el potencial de transformar la infraestructura financiera. La tecnología está lista. El apetito institucional está presente.
Pero sin estándares compartidos y una estructura de mercado interoperable, esta innovación corre el riesgo de convertirse en sistemas aislados que son basados en blockchain solo de nombre, sin ofrecer ganancias de eficiencia sobre las redes heredadas de hoy.
La industria debe actuar colectivamente ahora—antes de que la fragmentación se convierta en parte del sistema y la oportunidad de escala global desaparezca.
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Por qué los Depósitos Tokenizados Necesitan Estándares Antes de Poder Escalar
El subir de los depósitos tokenizados ha desencadenado entusiasmo en el sector bancario, pero detrás del despliegue rápido se encuentra un problema fundamental: no existen estándares compartidos que regulen cómo deben comunicarse los bancos, las billeteras y las aplicaciones. Sin estos estándares, los depósitos tokenizados corren el riesgo de convertirse en un mosaico de sistemas incompatibles.
La banca tradicional ya tiene problemas con la interoperabilidad, pero al menos opera dentro de marcos maduros: banca corresponsal, redes de compensación, rieles de liquidación. Los depósitos tokenizados podrían recrear esas mismas ineficiencias en forma digital. Un pound tokenizado emitido por Lloyd's y un token de depósito emitido por JPMorgan pueden representar la misma moneda, sin embargo, comportarse como activos completamente diferentes.
El problema va mucho más allá de la integración técnica. Cada banco debe implementar verificación de identidad, control de sanciones, controles de cumplimiento y permisos, pero si cada uno construye su propio sistema aislado, la liquidez se vuelve aislada. El resultado es lo contrario de lo que promete la blockchain: en lugar de una transferencia de valor sin fricciones, la industria crea jardines amurallados.
Dos brechas llamativas se destacan en toda la industria.
Los bancos y las billeteras carecen de un protocolo compartido para transmitir información de pago, datos de cumplimiento o pruebas de identidad. Cuando los clientes intentan mover valor entre plataformas de depósito tokenizadas, no hay una forma estandarizada para que los sistemas intercambien la información necesaria para completar la transferencia.
La segunda brecha concierne a los controles administrativos. Los bancos necesitan mecanismos para congelar transacciones, responder a sanciones o abordar el fraude. Pero, debido a que cada institución diseña estos mecanismos de manera diferente, la interoperabilidad se vuelve casi imposible. Las empresas que utilizan múltiples bancos deben navegar por controles inconsistentes, lo que crea un riesgo de cumplimiento significativo.
La identidad digital agrava el problema. Ya existen soluciones de identidad técnica, pero la industria no puede ponerse de acuerdo sobre lo básico:
¿Quién proporciona la raíz de confianza?
¿Dónde deberían residir los registros de identidad?
¿Cómo pueden fluir las atestaciones a través de los ecosistemas?
Sin respuestas comunes, cada banco construye ( otro) ecosistema cerrado.
Lecciones de la historia de pagos
Cada innovación importante en pagos—tarjetas de crédito, ACH, pagos más rápidos—solo se escaló después de introducir una infraestructura de compensación compartida. El mercado pasó de una red de conexiones bilaterales complejas a redes estandarizadas de muchos a muchos.
Matemáticamente, este cambio redujo la complejidad de conexiones A×B a A+B. Esa simplificación desbloqueó la escala global.
El panorama actual de los depósitos tokenizados corre el riesgo de ignorar esa historia. Los bancos se centran en construir sus propios sistemas propietarios, asumiendo implícitamente que pueden crear redes de aceptación global de manera independiente, algo que ninguna institución ha logrado jamás en los pagos.
El Desafío de la Blockchain Pública
Las blockchains públicas añaden aún más complejidad. Los depósitos tokenizados deben coexistir junto a las stablecoins y los activos digitales, sin embargo, los bancos requieren controles de cumplimiento estrictos que no se ajustan naturalmente a la arquitectura de blockchain abierta.
Algunos bancos implementan permisos a nivel de protocolo, creando entornos privados o semi-privados. Otros incorporan controles directamente en el propio token. Estos enfoques son mutuamente incompatibles: un token diseñado para un entorno a menudo no puede operar en el otro.
Escalar estos sistemas introduce restricciones de rendimiento. Las listas blancas que funcionan en redes pequeñas se vuelven costosas y lentas cuando hay millones de usuarios involucrados. Las tarifas de gas, las limitaciones de almacenamiento y los límites de rendimiento restringen aún más cómo se pueden implementar los controles de identidad y cumplimiento.
Un camino hacia la interoperabilidad
Para escalar, la industria debe definir un pequeño conjunto de estándares compartidos y específicos, centrándose en las áreas donde la fragmentación causa más problemas.
La necesidad más urgente es un protocolo de comunicación banco-billetera. Los bancos deben poder intercambiar instrucciones de pago, certificaciones de cumplimiento y pruebas de identidad en un formato estandarizado. Solo entonces los depósitos tokenizados de diferentes instituciones pueden coexistir dentro de la misma billetera o aplicación.
Los controles administrativos también requieren una estandarización básica. El objetivo no es obligar a cada banco a implementar controles de manera idéntica, sino asegurar que los sistemas puedan reconocer y honrar las acciones de los demás. Un token de Lloyd's debería interactuar sin problemas con un contrato inteligente de JPMorgan, incluso si cada institución maneja los permisos de manera diferente.
La estructura del mercado importa tanto como la tecnología
Los estándares técnicos por sí solos no resolverán el problema de la fragmentación. La industria también debe determinar si los depósitos tokenizados dependerán de relaciones bilaterales o de una infraestructura de compensación compartida.
Sin intermediarios neutrales, los usuarios corporativos estarán atrapados gestionando múltiples billeteras, permisos y flujos de trabajo a través de sus diversos socios bancarios. En lugar de simplificar las operaciones financieras, los depósitos tokenizados agregarían capas de carga operativa.
La promesa de la blockchain es simplificar la transferencia de valor—no multiplicar la complejidad.
El Cruce
Los depósitos tokenizados tienen el potencial de transformar la infraestructura financiera. La tecnología está lista. El apetito institucional está presente.
Pero sin estándares compartidos y una estructura de mercado interoperable, esta innovación corre el riesgo de convertirse en sistemas aislados que son basados en blockchain solo de nombre, sin ofrecer ganancias de eficiencia sobre las redes heredadas de hoy.
La industria debe actuar colectivamente ahora—antes de que la fragmentación se convierta en parte del sistema y la oportunidad de escala global desaparezca.